La última parada de nuestro crucero fue en La Valeta (Malta).
Nosotros ya estuvimos en Malta un mes entero en el año 2.012 y son tantos los buenos los recuerdos que tengo de allí que probablemente una de las razones para decantarnos por hacer este crucero fue volver a Malta. Sabíamos que no iba a ser lo mismo, pero nos hacia una ilusión tremenda volver, solo hay una cosa que no echaba de menos y que nos recibió con los brazos abiertos, el calor, menudo diita nos tocó.
Volver a pisar La Valeta, pasear por sus calles, ver desde el mirador de Upper Barrakka Gardens las tres ciudades, Vittoriosa, Copiscua y Senglea, ciudades que paseamos y disfrutamos en nuestra primera estancia, volver al Palacio del Gran Maestre o Gran Master´s Palace con el cambio de guardia incluido, pasear por la arteria principal, la calle República, realmente fue una experiencia única.
La Valeta es pequeñita y para verla con un par de horas es suficiente, aunque nosotros estuvimos toda la mañana, alquilamos unos patinetes eléctricos en el puerto y vimos todo lo que pudimos a dos ruedas, recordando y disfrutando de este gran pais. Una de las excursiones que te propone la naviera o incluso agencias externas es Mdina o la ciudad del silencio, es simplemente espectacular, sus calles de estilo medieval están perfectamente conservadas, totalmente recomendable su visita. Con un poco mas de tiempo, muy recomendable el tandem Mdina y Rabat.
Os dejo la entrada en la que hablo de Malta por si os apetece echarle un vistazo.
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