lunes, 21 de septiembre de 2020

De crucero por el Mediterráneo en el MSC Bellissima


El 2019 fue un año raro para nosotros, así que cuando llegó la hora de planear nuestras vacaciones no estábamos en nuestro mejor momento. Vimos muchos destinos, muchos vuelos, muchos hoteles y le pusimos pegas a muchos destinos, muchos vuelos y muchos hoteles. Yo llegué a pensar incluso, que las vacaciones serían en casa, pero a últimisisima hora vimos un crucero por el mediterráneo que nos llamó la atención, nos cuadró el precio, las fechas y casi sin pensarlo, lo reservamos. Salió todo superbién, el camarote que quisimos, la estancia en Barcelona, los días fueron los propios... en fin, un viaje de última hora que salió de maravilla. 


El crucero de la naviera MSC Cruceros y en el MSC Bellissima, con salida desde Barcelona y siete días de duración, visitando Marsella (Francia), Génova (Italia), Nápoles (Italia), Mesina (Italia), La Valeta (Malta) y Barcelona (España) donde desembarcamos.

Sin tener ni idea de como funciona un crucero, las prisas por contratarlo todo, el no tener demasiada información sobre que documentación debíamos llevar, que ropa, que gastos además de los ya pagados teníamos que abonar, ¿podríamos bajar del barco?, como llegar a Barcelona, donde dejar el coche... en fin, unos días de mucho estrés. 

Lo primero, contratar el crucero. Yo soy un poco de la vieja escuela, me gusta que un vendedor me enseñe el producto y me lo venda, yo pago por esos servicios, realmente me parece un dinero bastante bien invertido, toda información para mi es poca y tener a alguien que sabe, que si no tiene idea de algo si sabe donde preguntar y que se va a ocupar de todo para que yo disfrute de las vacaciones para mi es fundamental, evidentemente, siempre y cuando la información sea la correcta, me den mas información de la que aparece en el catálogo y las dudas, quejas y problemas, sea mi agente el que las solucione, sino para que lo quiero. Nosotros vimos de casualidad el anuncio del crucero, es como si un duende en mi ordenador hubiera detectado que teníamos problemas con la elección de cualquier viaje en vacaciones. El anuncio estaba en la publicidad de una agencia, para cerciorarnos buscamos la naviera y allí estaba el crucero, al mismo precio. De pronto empezaron a salir ofertas de este crucero en varias agencias y una me lo ofertaba algo mas económico y con algún descuentillo por pronto pago, así que contratamos con ellos. No puedo hablar demasiado mal de la agencia, hicieron medio bien su trabajo, contrataron el crucero y creo que... poco mas, las dudas que teníamos no supieron contestarlas o no fueron exactos en las respuestas, por ejemplo con los pasaportes, primero no son necesarios por que era un crucero por Europa, cuando contratamos, ahora si son imprescindibles, con todo pagado y a una semana de salir, ¿que hacemos ahora? de los nervios llamé a la naviera la que nos contestó diciéndonos que no eran necesarios, si aconsejables. Para esto no contrato una agencia. Fueron mas detallitos, al final todo lo fuimos solucionando, unas por parte de la agencia tras muchísima insistencia mía y otra gracias a la naviera que nos trató muy bien a pesar de no tener contratado con ellos el viaje.

Con todo esto arreglado, siguiente paso, como llegar a Barcelona desde Granada. Barajamos AVE, avión o coche, finalmente fue el coche ya que el AVE y el avión se iban de precio. Con el crucero te dan la opción de contratar un parking a precio cerrado por los días que dura el viaje, no sale especialmente caro, además allí mismo se coge el autobús que te deja directamente en el barco. Como ya la información que nos llegaba era por correo de la naviera, desde ahí lo contratamos, pero claro, segundo problema, la agencia no sabía nada de estas nuevas compras, por lo que el bono del parking a dos días de la salida no nos había llegado. Toda una mañana de los nervios llama a unos y a otros, la agencia decía que no era cosa suya por que no lo habíamos contratado con ellos y la naviera que al ser un crucero contratado con agencia ellos tenían la documentación, llamé a la naviera, a la agencia, a la agencia y a la naviera, unos por otros y otros por unos, finalmente la agencia consiguió la documentación a 24 horas de salir hacia Barcelona.

Teníamos la duda de si podríamos comer cuando entráramos al barco o si tendríamos que almorzar en Barcelona. Como había que estar dentro del barco como muy tarde a las 15:00 no sabíamos si podríamos aprovechar el día en Barcelona y comer en el barco o por el contrario comer antes y desaprovechar horas de turismo, pues la respuesta es si, una vez que entras al barco eres pasajero y puedes hacer uso de todos los servicios, así que almorzar a las 15.30 fue una de las primeras cosas que hicimos después de visitar nuestro camarote.


Nosotros contratamos la experiencia Fantástica y un camarote exterior con unas literas supletorias y balcón donde dormimos los cuatro. A la pregunta de si merece la pena o no pagar un camarote exterior con balcón, yo contesto rotundamente si. Se que es un poco mas caro y que por menos dinero del que pagamos por el balcón hubiéramos podido dormir en dos habitaciones interiores, de hecho así nos lo aconsejaron desde la agencia de viajes, pero la sensación de despertarte y ver que has llegado a otra ciudad, ver la ciudad despertar desde tu cama, la luz, ver el mar mientras navegas, salir a tomar el aire en cualquier momento, el cielo... no tiene precio. La habitación no es que fuera enorme, pero si lo suficientemente grande como para dormir perfectamente cuatro adultos y estar cómodos. Las camas eran dos camas grandes que podían unirse como cama de matrimonio o separarse y quedaban individuales y dos supletorias en literas, muy amplias y confortables. En nuestro camarote, ruido cero.

Tampoco teníamos claro si contratar o no el paquete de bebidas. Hay varias opciones, contratar un pack de bebidas con alcohol, que es mas caro porque puedes beber todo lo que quieras de manera ilimitada de cualquier bebida, un pack de bebidas no alcohólicas, restringido a bebidas sin alcohol, helados y algún tipo de chocolate caliente, o directamente pagar allí lo que quieras beber. Si no quieres pagar nada puedes beber gratis en el barco, café e infusiones y zumo de bote en el desayuno y agua "del grifo" en todas las comidas. No sabíamos si nos iba a compensar pagar esa cantidad de dinero solo en bebidas, o si como dicen en mi tierra, íbamos a hacer un pan con una torta, pero finalmente, para mas comodidad nuestra y siguiendo el dicho, el último euro que se lo gane otro, contratamos el pack de bebidas no alcohólicas. Os estaréis preguntando si finalmente mereció la pena, pues si, mereció la pena. Bebimos agua, refrescos, cócteles sin alcohol riquísimos, sobretodo la piña colada que estaba deliciosa, helados y unos chocolates calentitos muy ricos. El agua que bebíamos en las ciudades que visitamos la sacábamos del barco, así que no compramos fuera ninguna bebida. Dentro del barco hace calor, no en las habitaciones ni en las zonas comunes que se está genial, pero si en las piscinas y en las fiestas y la verdad es que te apetece beber para refrescarte, así que cuando hicimos las cuentas nos salió saldo favorable.

Otra pregunta que nos hacíamos es si el barco se mueve mucho, bueno, en condiciones normales se mueve un poquito, llega un momento en que te acostumbras y no lo notas, sobretodo si estás en la piscina, comiendo o en alguna fiesta, ya en el teatro la cosa es diferente y si notas el movimiento. Uno de los días no se que fue lo que pasó, porque olas no se veían, el barco se movía muchísimo, yo estaba mareadísima y tuve que ir al camarote, me quedé sin fiesta ese día. Lo que fue curioso es que ya en Granada, ya de vuelta, estuvimos un par de días sintiendo que seguíamos en el barco, el lavabo se movía y la ducha, fue una sensación realmente rara.

Como ya he dicho viajamos en coche, lo contratamos todo tan a última hora que el AVE y el avión eran carísimos, así que no nos quedó otra que conducir. Llegamos al parking, nada fácil de encontrar por cierto, nos costó casi una hora buscando, llamar a la naviera, que nos dieran el teléfono del aparcamiento, llamar y que nos dieran las coordenadas para el GPS. Una vez el coche aparcado, en la misma salida de los peatones un bus lanzadera nos llevó directamente al barco. El recibimiento muy bien, se quedaron con nuestras maletas y nos la subieron al camarote, hicimos el check in, unos zumos de bienvenida y a embarcar.

La tarjeta de embarque es del mismo tamaño de una tarjeta bancaria, sirve para identificarte dentro del barco, para abrir tu habitación, para pagarlo todo, ya que no se permite pagar con efectivo, para embarcar y desembarcar en los puertos por los que va haciendo escala, para entrar en los espectáculos, reservas... para todo, así que hay que llevarla siempre encima.


El barco es una pasada, es enorme y maravilloso, es como si entraras en otro mundo. No te cansas de mirar y ver cosas, todo está diseñado con un gusto exquisito.

Después de entrar, ir a nuestro camarote y comer, tocaba una pequeña charla sobre cómo funcionan las cosas en el barco y una demostración de seguridad, es obligatorio asistir a la vez que necesario. La persona que nos dió la charla fue muy amena y cercana. Tras eso a la habitación a ver si ya habían llegado nuestras maletas, allí estaban junto a la persona del barco encargada de nuestro camarote y de todo lo que necesitáramos, un hombre muy atento y simpático. Nos hacía dos veces la habitación, cambiaba toallas, hacia camas, cambiaba las toallas de la piscina y nos dejaba un folleto con toda la información sobre las actividades programadas para el día siguiente, hora de atraque, hora para poder salir del barco, la fiesta del día, los concursos previstos, la función en el teatro gratuita del día... todo lo que necesitas saber para estar preparado.


Durante el día, mientras se está atracado a puerto, puedes elegir entre desembarcar o quedarte en el barco, nosotros siempre desembarcamos. Del barco puedes bajar sin problema a cualquier hora, no tiene que ser a primera hora de la mañana, y puedes volver a embarcar cuando quieras, solo tienes que enseñar tu tarjeta de embarque tanto a la salida como cuando quieras volver a subir. Te dicen cada día cual es la hora máxima a la que debes de estar dentro del barco si no quieres quedarte en tierra, porque eso si, si cuando zarpa el barco no estás, el barco se va sin ti, así que hay que tener cuidado con eso. La hora máxima de embarque depende de la hora a la que vaya a salir el barco de puerto, en nuestro crucero casi todos los días zarpábamos a las 18:00, así que todo el mundo en el barco a las 17:00h.

La naviera te ofrece excursiones todos los días, son un poco caras, sobretodo si multiplicas por cuatro, pero hay empresas externas que nada tienen que ver con la naviera que te ofrecen excursiones muy similares mas ajustadas de precio, también puedes hacerlas tú por tu cuenta. Cuando estábamos organizando el viaje nos quedaba la duda de si contratar o no a una empresa ajena a la naviera, preguntas como, ¿llegarán a tiempo?, ¿nos dejarán en tierra?, ¿serán responsables?, ¿en caso de problemas se responsabilizarán?.. supongo que habrá de todo y cada uno podrá contar su experiencia, la mía fue muy positiva, la empresa fue muy seria, nos recogió y nos dejó en el barco a la hora estipulada, sin pillarse los dedos sobre todo a la vuelta, las excursiones tal y como estaban detalladas en la información que nos facilitaron, así que todo muy bien.

Nuestro primer atraque fue en la ciudad de Marsella, en Francia. Teníamos tiempo de visitar la ciudad, la hora tope para subir al barco eran las 5 de la tarde, después de esa hora no te dejan embarcar, así que si llegas mas tarde de esa hora, seguir el viaje, es, cuanto menos, diferente.

Nuestro primer atraque fue en Marsella, la tercera ciudad más grande de Francia y la segunda más poblada. El puerto de Marsella es muy grande, comercialmente hablando, es el mas importante de Francia. 

El puerto es enorme y la zona de atraque de los barcos está un tanto lejos del centro, ya ibamos preparados y sabíamos cuales eran las alternativas. A unos 15 minutos o algo menos andando, por un caminito marcado y bastante cómodo de andar, hay un autobús que te deja en el mismo centro de la ciudad, en el puerto viejo. Tiene una frecuencia de unos 20 minutos y es gratuito. Cuando nosotros lo cogimos no había mucha gente esperando, digamos que llegamos y nos subimos, con la gente que había en la cola se llenó el autobús entero, pero si es cierto que la zona está preparada para que se formen largas colas, por lo que imagino, que habrá veces en los que haya que esperar bastante para subirse al bus. Después el viaje es cortito, unos 15 minutos y llegas al mismo centro, al puerto viejo. Para el que no quiera andar está la opción del taxi o reservar plaza en el bus lanzadera que te ofrece la naviera, son 15.99 € los adultos y 9.99 € los niños, hay varios horarios de ida y de vuelta. Nosotros fuimos andando hasta el bus, mucha gente salió con la misma idea, así que no ibamos solos. Hacía un pelín de calor, no hay vegetación ni sombras que sirvan para refrescar, además, el puerto no es muy bonito, bueno no se como definirlo, un puerto lleno de cemento, agua, barcos y contenedores. No hay nadie en la zona de desembarque, no hay vendedores de excursiones ni nada de eso, solo hay taxis esperando turistas, y por lo que se oía comentar, eran taxis precontratados.

Me gustó mucho la ciudad, me hubiera quedado mas tiempo en ella, me sorprendió muy gratamente, una pena que tuviéramos tan poco tiempo. 



Muy cerca de la parada del autobús en el puerto viejo, está la catedral de Marsella o Santa María la mayor. Su construcción terminó en 1.893. Posteriormente se la declaró monumento nacional. 

Está muy cerca del mar. Todo el entorno se remodeló en 2.013 al ser declarada capital europea de la cultura.


Después de visitar el interior de la catedral, seguimos caminando y llegamos al barrio de Le Panier, el barrio más antiguo de Marsella y también uno de los más visitados.


 

 

Es un barrio pintoresco, tiene una encrucijada de callecitas estrechas, unas plazas muy bonitas donde apetece sentarte y tomarte algo, fachadas de colores, tiendecillas de artesanos y artistas en distintas disciplinas... en este barrio se puede decir que está la esencia de la ciudad. Un lujo pasear por él.

  

El monumento mas destacado de Le Panier es la Vieja Caridad (Vieille Vharité), un edificio que data del siglo XVI y que ha tenido distintos usos, desde hospicio y atención a los mas necesitados, a ser un edificio de uso cultural.


Desde el barco se veía la Basílica de Notre Dame de la Garde, un punto de referencia de la ciudad.
El lugar en el que está construida hace que tenga un papel estratégico en la historia, ya que sirvió como lugar de culto, vigilancia y fortificación militar. Sus vistas deben de ser impresionantes.

El segundo día llegamos al puerto de Genova (Italia), cápital de la región de Liguria y la ciudad que vió nacer el 31 de octubre de 1.541 a Cristobal Colón. Es un importante centro comercial desde la Edad Media y tiene uno de los puertos mas importantes de todo el país. Fue la capital europea de la cultura en 2.004.



El puerto está en la misma ciudad, así que llegar hasta el centro no lleva mas de 15 minutos, no es necesario coger ningún autobús, solo zapato cómodo y caminar. Aún así en la misma puerta hay taxis y se pueden comprar billetes para el autobús turístico. También está la opción comprar las excursiones que ofrece la naviera o a través de alguna empresa que también las oferta. Nosotros fuimos a nuestro aire y la verdad que es una ciudad muy bonita para pasear.


 




 

Fuimos paseando por calles con mucho encanto, se respiraba cultura y arte.


 

Caminando llegamos a la catedral de San Lorenzo, construida entre los siglos XII y XIV.

En 2.006 empezó a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Como curiosidades, tardó tanto en construirse que su fachada es de estilo gótico y las naves laterales románicas. La cúpula y la torre del campanario se incorporaron en el siglo XVI, casi 200 años mas tarde de su finalización. Con el botín conseguido por la flota genovesa en las cruzadas se financió su construcción.


Seguimos caminando y llegamos al palacio Ducal, en la Piazza Matteotti, que fue la residencia de los dux de Genova, convertido en la actualidad en museo y centro de eventos culturales y exposiciones.


Seguimos nuestra ruta en busca de las murallas de la ciudad. 


Estas se construyeron para proteger a la población y actualmente marcan la separación entre la parte mas antigua y la mas moderna de la ciudad. 

No muy lejos de allí, ya en la parte mas moderna, está la Piazza de Ferrari conocida por su gran fuente.


Esta plaza se considera el centro financiero, ya que en ella están instaladas la mayoría de las oficinas de la ciudad.

 

Seguimos caminando por una de las calles que sale de la plaza, estábamos buscando el ascensor que nos daría acceso a un mirador en la parte alta de la ciudad, las vistas son espectaculares.




Y ya de vuelta, disfrutando de las maravillosas de calles de Genova. Nos quedó mucho por ver, pero o subíamos al barco o se iba sin nosotros.



 

Tercer día, Napoles, la ciudad más poblada del sur de Italia y capital de la región de Campania. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por su enorme riqueza histrórica, cultural y artística.

El puerto de Napoles está en la misma ciudad, así que es muy cómodo visitarla paseando sin necesidad de buscar ningún tipo de transporte, al centro se tardarán unos 15-20 minutos a pié. A parte de las excursiones que ofrece la naviera y otras empresas, en el mismo puerto hay un montón de gente ofreciéndote excursiones a un montón de sitios, hay tambien muchos taxis en busca de turistas a los que enseñar la ciudad o llevarlos a cualquier otro destino. Nosotros para este día ya teníamos preparado lo que ibamos a hacer, la excursión "Napoles subterranea". Hicimos la reserva desde España, en la página "getyourguide.es", al ser visitas guiadas y de aforos limitados, si se tiene interés en verlo, es recomendable llevar la reserva hecha, mas que nada por no llevarte la desagradable sorpresa de que no haya entradas para ese día.

Llegamos al puerto de Napoles a las 11 de la mañana, el día que mas tarde atracamos, y teníamos nuestra entrada para las 12. No es que se tarde una eternidad en bajar del barco, la verdad es que no es un trámite que lleve demasiado tiempo, solo pasar la tarjeta de embarque que va siempre contigo por el lector, pero si es verdad que a primera hora hay mucha gente que quiere bajar, gente con excursiones que organiza la naviera, otras excursiones con otras mayoristas... y hay prisa por salir. Nosotros corrimos todo lo que pudimos pero hasta mas de las 11.30 no estábamos fuera del barco, así que nos tocó correr por las calles de Napoles, calles con coches por todos lados y mucha gente, pero gracias al mapita del móvil y la pericia del lector del mapa llegamos a la hora en punto al lugar correcto, junto a la basílica de San Paolo Maggiore, donde ya había una gran cola para acceder al lugar. Los tours son guiados en varios idiomas, entre los que en principio no se nos ofreció el español, pero al llegar allí una de las guias hablaba español y como eramos un grupito grandecillo, nos dio la charla en nuestro idioma, lo cual es de agradecer, por que nuestro ingles no es muy bueno y no nos hubiéramos enterado de la mitad de la historia. La visita a través del subsuelo de Napoles dura unas dos horas, aproximadamente hora y media por cuevas y pasadizos subterráneos, se llega a bajar a una profundidad de 40 metros, donde hay cisternas de agua que servían para abastecer de agua a la ciudad, refugios antiaéros de la Segunda Guerra Mundial y restos de un teatro griego - romano, así como el museo de la guerra y los jardines hipogeos, unos invernaderos que se cultivan en el subsuelo aprovechando el clima húmedo, y otra media hora en el exterior visitando el antiguo teatro romano de Neápolis.



El momento anecdótico estuvo cuando nos dieron una vela a cada uno para pasar por unos pasadizos superestrechos, quizás fue el momento mas claustrofóbico de la visita, pero si alguien no está preparado para pasar por allí puede esperar en otra zona preparada para ello. El resto de la visita es bastante cómoda, es fácil de andar y está iluminada, a tener en cuenta las escaleras que hay que bajar al principio y subir al final.

La visita de Napoles subterranea terminó cerca de las 14:30, comimos algo y paseamos por sus bulliciosas calles. No entramos en ningún otro lugar, no teníamos tanto tiempo, teníamos que estar en el barco a las 17:00, te da un poco de pena estar en una ciudad como esta y no poder estar mas tiempo, pero es lo que hay, el crucero te lleva por muchas ciudades pero el tiempo que puedes pasar en ellas es muy limitado.






Nuestro siguiente desembarque fue en Mesina, Sicilia. En esta ocasión decidimos hacer una excursión a Taormina, a unos 40 minutos de autobús. La excursión la contratamos con una agencia externa al crucero, shore2shore, yo tenía muchas dudas con contratar esta excursión, básicamente por que me daba miedo que el barco se fuera sin nosotros por llegar tarde, supongo que si la excursión la organiza la naviera y llegas tarde te esperan o te llevan al siguiente puerto de alguna manera, pero en este caso, te dejan en tierra si o si. A mi me gusta controlar las horas de llegada, horas de salida.. soy un poco "histérica" para estas cosas, que le voy a hacer, solo pensar que tengo un horario que cumplir y que dependo de mucha gente para cumplirlo me da mucha inseguridad, pero me convencieron y la compramos. Ya a la salida tuvimos que esperar a un grupo que llegó tarde, no se si es que pensaron que al resto nos gusta madrugar o que desayunar corriendo porque iban tarde era una tontería, pero para los demás nos supuso casi 45 minutos de espera subidos al autobús. Es por estas cosas por las que no me gusta contratar viajes organizados y mucho menos viajes organizados ajenos al evento principal. La guía los llamó por teléfono varias veces y en una de ellas le dijeron que estaban llegando, así que en lugar de salir en hora, salimos 30 minutos después, que si, que no pasa nada, que es a la ida, pero, por que tengo que perder media hora de mi excursión? y lo peor, a la vuelta los esperarían tambien?, llegaríamos a tiempo al barco?, tal vez sea yo y mis cosas, pero no me gusta esto, por eso siempre organizamos las cosas a nuestro aire, salimos cuando queremos y volvemos cuando nos apetece y todos contentos.

Por lo demás, la excursión genial, la organización, la guía, la ciudad... todo muy bien.

Llegamos a Taormina algo mas tarde de lo esperado. Nos dejaron en un parking muy cerca del centro de la ciudad y desde allí comenzamos la excursión.

Taormina es una ciudad pequeñita y está considerada como una de las joyas de Sicilia. Está situada en un acantilado sobre el monte Taurus, a unos 200 metros sobre el nivel del mar. Desde sus miradores puede verse el Mar Jónico y el volcán Etna.


Entramos por porta Catania y nos dirigiamos a porta Messina, donde llegaríamos hasta el teatro antico de Taormina. Es una calle llena de belleza, ordenada y perfectamente decorada. 
Aunque en sus orígenes fue lugar de retiro y descanso de escritores y artistas, hoy es un lugar turístico muy importante.
Cuando nosotros estuvimos estaba muy llena de turistas, es lo que tiene viajar en agosto, pero tiene un encanto especial. Estar allí por la noche o en épocas de poco turismo debe de ser una verdadera gozada.


Muy cerca de la puerta por la que entramos está la Piazza Badia.


Y en la misma piazza, el Palacio Corvaja, un palacio medieval que empezó a constuirse por los árabes en el siglo X. La primera parte de esta obra fue la torre, como parte de la fortificación de la ciudad. Posterior se agrandó la torre y se construyó el palacio y finalmente en el siglo XV se agregó otra ala, como sede del Parlamento siciliano. 

Su nombre viene de sus propietarios, la familia Corvaja, que vivió allí desde 1.538 hasta 1.945, año en el que vendió la propiedad. 

Seguimos caminando por la calle principal, aunque hay cosas preciosas para pararse, nuestro objetivo era llegar al teatro antico de Taormina.


Fue construido por los griegos en el siglo III, aunque recibió remodelaciones posteriores en la época romana.



Este teatro es el segundo teatro mas grande de Sicilia despues del de Siracusa, está en lo mas alto de monte Tauro y desde él las vistas son impresionantes.

Su acústica es muy buena, por lo que se sigue utilizando para obras de teatro y conciertos.

En la taquilla hay dos colas, una para los usuarios que van solos, una cola infinita, y otra para los grupos organizados, prácticamente vacia, fue la que nuestra guía usó para comprar nuestras entradas, 10 euros la de adultos y 5 los estudiantes. 


Vistas desde lo mas alto del teatro.


Una dibujo del teatro con el etna en erupción, la vimos en la entrada del teatro y me llamó mucho la atención.


Ya de vuelta, en la piazza IX aprile, está la iglesia de San Giuseppe, construida entre los construida entre los siglos XVII y XVIII.




Me encantaron los colores y las decoraciones de las calles.



Así terminó la excursión de Taormina. Es una ciudad preciosa para disfrutarla en un par de días haciendo noche allí. Nos faltó tiempo, como siempre, y sobró un poco de calor.
La última parada de nuestro crucero fue en La Valeta (Malta).


Nosotros ya estuvimos en Malta un mes entero en el año 2.012 y son tantos los buenos los recuerdos que tengo de allí que probablemente una de las razones para decantarnos por hacer este crucero fue volver a Malta. Sabíamos que no iba a ser lo mismo, pero nos hacia una ilusión tremenda volver, solo hay una cosa que no echaba de menos y que nos recibió con los brazos abiertos, el calor, menudo diita nos tocó.






 Volver a pisar La Valeta, pasear por sus calles, ver desde el mirador de Upper Barrakka Gardens las tres ciudades, Vittoriosa, Copiscua y Senglea, ciudades que paseamos y disfrutamos en nuestra primera estancia, volver al Palacio del Gran Maestre o Gran Master´s Palace con el cambio de guardia incluido, pasear por la arteria principal, la calle República, realmente fue una experiencia única. 

La Valeta es pequeñita y para verla con un par de horas es suficiente, aunque nosotros estuvimos toda la mañana, alquilamos unos patinetes eléctricos en el puerto y vimos todo lo que pudimos a dos ruedas, recordando y disfrutando de este gran pais. Una de las excursiones que te propone la naviera o incluso agencias externas es Mdina o la ciudad del silencio, es simplemente espectacular, sus calles de estilo medieval están perfectamente conservadas, totalmente recomendable su visita. Con un poco mas de tiempo, muy recomendable el tandem Mdina y Rabat.

Volviendo al barco, todos los días se organizaba un teatro de temática diferente, hacían tres funciones diarias y para no tener a la gente esperando en la cola de una u otra función, fue necesario reservar la hora, aunque si quedaban huecos podías entrar sin problemas. Son totalmente gratuitos y en mi opinión son fantásticos, muy entretenidos y divertidos. La única pega es que solo duran media hora, pero merece la pena, nosotros los vimos todos.

También se puede contratar algún espectáculo pagado, en nuestro barco estaba el circo del sol, muy chulo, muy corto y un poco caro, pero fue divertido verlo.


También están las típicas fiestas nocturnas, la ochentera, la de blanco, la del espacio, la de gala..., Las fiestas son una pasada y los animadores son magníficos, no te dejan sentarte ni un momento. Nosotros nos preguntábamos si todo el mundo iba a participar, si era obligatorio ir vestido para la ocasión, si se puede entrar aunque no lleves el atuendo adecuado... Hay mucha gente en estas fiestas, en todas y puedes ir como quieras, te aconsejan una vestimenta y el noventa por ciento de la gente va ambientado para la ocasión, pero realmente, solo necesitas querer pasarlo bién. Hicieron hasta una snow party (la fiesta de la nieve) a 40 grados en la piscina a las 4 de la tarde, la nieve era espuma, y fue ... muy muy divertido. También hacían concursos, de golf, de baile, el juego del pañuelo... mil actividades para no aburrirse en todo el día.

Durante todo el día puedes buscar un fotógrafo que te haga una foto profesional en cualquier lugar del barco, una no, las que quieras, luego si quieres te las llevas y si no no, puedes llevarte ampliaciones y todo, previo pago, claro. No son baratas la verdad sea dicha, pero son de buena calidad. A mí siempre me gusta comprar las fotos de los fotógrafos profesionales y como me pillen y me haga una foto me la quedo, este año solo me pillaron a la entrada, 4 fotos iguales con distintos fondos 60 euros, muy caras, así que solo me quedé con una por 15 euros, de verdad que no pude resistirme. El día de la cena de gala y con el capitán, el barco se llena de fotógrafos, sobretodo en las escaleras principales, hay cola para hacerse una foto.



Aclaro que esta foto es de mi cámara, no recuerdo cual de mis acompañantes fue el "afortunado" fotógrafo.


En nuestro barco había tres piscinas, no eran demasiado grandes para la cantidad de gente que iba en el crucero, pero no hubo problema ningún día para encontrar una hamaca donde sentarte. Las toallas de la piscina te las presta la naviera, te deja una por cada pasajero en la habitación, puedes cambiarlas todas las veces que quieras, tanto en la piscina como en las habitaciones, eso si, si se pierde una te la cobran bien cobrada.


El día de travesía si había mas gente por todos lados, fue dificilillo encontrar un hueco para tumbarnos, intentar buscar 4 hamacas juntas en la sombrita y a ser posible cerca del agua tampoco era tarea fácil en condiciones normales, aún así las encontramos, lejos del agua, aunque luego nos mudamos a una mesita mas cerca de la piscina donde jugamos a las cartas y cuando se quedó libre... al pin-pon.

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También teníamos en el barco tirolina y tubos con agua para deslizarse con flotadores.



Los restaurantes y bares están equipados con todo tipo de comida, todo realmente rico y variado, las pizzas simplemente deliciosas, arroz, pasta, carne, pescado, fruta... muy bien surtido, un día, el día de travesía.. gambas a la plancha y tarta. Los restaurantes están abiertos 20 horas al día, no todos todo el día, pero si hay algo abierto prácticamente todo el día, así que no hay problema si te da hambre a media noche. Hay un buffet en el que se desayuna, almuerza y cena y un restaurante mas elegante solo preparado para las cenas, en este si hay un turno de cena que se te asigna a la hora de hacer la reserva y que te confirman una vez que embarcas. El buffet es mas informal, aunque la comida está muy buena, no solo hay pizza y hamburguesa, hay variedad, hay pescado, guisos, incluso comida temática. Los postres están buenisimos y no falta la sandia y el melón.




Una experiencia inolvidable.





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