martes, 17 de abril de 2012

Viajar a Rumania con niños en turismo rural


La elección de Rumanía como destino de vacaciones surgió por casualidad de un trabajo escolar. Mi hija tenia que hacer un trabajo sobre Sinaia y empezamos a buscar información sobre ese tema en particular, tanto nos iba gustando lo que íbamos descubriendo que al poco tiempo estábamos buscando información de otros rincones rumanos, informándonos de su cultura, su forma de vida, sus zonas turísticas… en definitiva de todo. Descubrimos un país lleno de encanto y empezamos a madurar la idea de visitarlo, eso si, a nuestro aire, viajar con niños es una experiencia única, pero es necesario saber las limitaciones que tienes con ellos y saber que necesitan sus ratos de distracción, de parar, de descansar, de jugar..., y eso solo lo puedes hacer si vas a tu aire, parando cuando quieres y andando cuando estas listo. Es cierto que tal vez se pueda pensar que así se ven menos monumentos, y probablemente sea cierto, pero nosotros entendemos que tratar de conocer un país no es solo ver todos sus castillos o sus fortalezas, sino también conocer a sus gentes, compartir momentos con ellos, usar sus transportes, comprar en sus tiendas, movernos tal y como ellos se mueven, disfrutamos paseando, observando, compartiendo, visitando, y tratando de aprender de otras formas de vivir, que en algunos casos son muy diferentes a la nuestra y a las que no estamos acostumbrados a ver, no son ni mejores ni peores, simplemente diferentes. Para nosotros ha sido una experiencia única e inolvidable. Visitar Rumanía fue visitar un país desconocido, lleno de lugares fascinantes y llenos encanto, gentes magnificas y serviciales siempre dispuesta a ayudar y del que nos llevamos un recuerdo inmejorable.

Como información general apuntar que Rumanía está situada en el sudeste de la Europa Central, los Cárpatos y los territorios cercanos a ellos hasta el Danubio inferior y el Mar Negro forman parte de su territorio. Sus espacios naturales le confieren un encanto especial a un panorama natural extraordinario, de un verde intenso y olor especial, digno de ser valorado, disfrutado y conservado para todas las generaciones. Las zonas montañosas se mezclan con zonas de cultivos agrícolas con maizales, remolachas y girasoles.
El clima es continental, veranos cálidos en el interior, inviernos prolongados con abundantes lluvias y nieve y una primavera y otoño con suaves temperaturas.

La lengua oficial es el rumano, aunque es fácil entenderse en ingles y francés.

Es importante tener en cuenta cuando se circula por las carreteras rumanas que la gran mayoría son carreteras nacionales, de un sólo carril por sentido y casi todas pasan por pueblos. Solo hay dos autopistas, de Bucarest a Pitesti y de Bucarest a Constanta.
La moneda nacional es el leu, lei en plural y el cambio de moneda puede hacerse en los bancos y en las casas de cambio autorizadas, es fácil encontrarlos.

Nuestro viaje a Rumanía comenzó en Madrid, en el aeropuerto de Barajas el 10 de julio de 2.011, allí cogimos un vuelo rumbo a Bucarest, capital de Rumanía.

En cuanto llegamos a Bucarest nos dirigimos al lugar de alquiler de coches para recoger el vehículo que nos acompañaría durante toda nuestra estancia en Rumanía. Salimos camino de nuestra primera zona de descanso, la casa de Daniella, en Mocieu de Sus. Nos costó un poco encontrarla, no fue nada fácil, las carreteras, la ausencia de señalización y que se nos hizo de noche dificultaron un poco la localización. Cuando llegamos allí, cerca de las 11 de la noche, una señora encantadora nos atendió, nos llevo a nuestras habitaciones y nos preguntó que nos apetecía cenar. Ella no hablaba ingles, solo francés y rumano, así que para facilitar el poder comunicarnos con ella, llamó a su hija que con la misma amabilidad y buen hacer nos habló en ingles, nos preparó la cena en ese momento, una rica y calentita sopa y un pollo a la plancha dignos de un restaurante de primera categoría y un pastel casero realmente delicioso.
Tras una noche de sueño reparadora, desayunamos en casa de Daniella, café, leche, cacao, tostadas, mantequilla y mermelada casera para comenzar el dia con energia. Lo primero que visitamos fue el Castillo de Bran, una impresionante fortaleza medieval húngara, conocida también como el castillo de Drácula, ya que según la creencia popular había sido el hogar del Vlad Draculea en el siglo XV, sin embargo no hay evidencias de que el Vlad viviera allí en persona y según la mayoría de versiones, este pasó sólo dos días en el castillo encerrado en una mazmorra cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano. Cuando acabó la primera guerra mundial, en 1.920, este castillo paso a manos de la administración rumana y hoy goza de un atractivo turístico importante. Esta situado en lo alto de una montaña, rodeado de vegetación, un pequeño lago y algunas construcciones tradicionales rumanas.

El castillo en su interior esta perfectamente conservado y restaurado y las vistas desde las ventanas y balcones son increíbles

Fuera del recinto hay muchas tiendas de recuerdos, muchas han aprovechado el tirón del conde Drácula para darle un empujón al turismo y es fácil ver accesorios con la cara del conde.

Después de pasar allí un par de horas, cogimos nuestro coche y partimos dirección al castillo de Peles, situado cerca de Sinaia, en el valle de Peles, en la falda de los montes Bucegi. Su construcción comenzó en 1.873 y la inauguración oficial en 1.883. Su estilo arquitectónico es renacentista alemán y esta caracterizado por la presencia de perfiles puntiagudos verticales, pequeñas torres y una composición fragmentada de fachadas, elementos de madera y decoraciones talladas.

Inicialmente el castillo se utilizó como residencia de verano para la familia real, aunque actualmente esta abierto al turismo. Desde el castillo de Bran a Peles hay unos 20 Kilómetros de distancia y unos 20 minutos de tiempo, esta en la loma de una montaña a la que solo se puede acceder a pie (aunque hay un parking muy cerca), así que el paseo no es muy largo y bastante agradable, eso si, cuesta arriba, todo esta rodeado de arboles y carteles avisando de la posibilidad de que te encuentres a un oso, nosotros no tuvimos la "suerte" de ver ninguno.

Los jardines de este castillo son impresionantes, llenos de estatuas, fuentes y vegetación y unas vistas a los Cárpatos inmejorables.
La entrada al castillo es la mas caras de todos los lugares que visitamos en Rumanía, todos pagan, unos 5 euros por persona, ademas hay que pagar por hacer fotos en el interior del castillo, fastidia un poco pagar por fotografiar, es cierto, pero merece la pena, los salones, las decoraciones en madera, las lamparas... todo es impresionante y digno de ser visto y fotografiado.

Después de visitar el interior del castillo en una visita guiada y dar un paseo por los jardines, bajamos la cuesta hasta nuestro coche, eso si disfrutando del paseo, bebiendo agua en las fuentes y comprando cosas típicas en las tiendas que hay por el camino.

Ya en el coche rumbo a un nuevo destino, esta vez Sinaia, para visitar su monasterio también conocido como "La catedral de los Cárpatos", el lugar se le llamó Sinaia por el monte Sinaï y fue hecho construir en los montes de Valaquia, una de las tres provincias históricas de Rumanía por Michael Cantacuzène, tras peregrinar por Jerusalén. Pasado un tiempo se desarrollo a su alrededor una ciudad, que adoptó su mismo nombre, Sinaia. Poco a poco después de la construcción de los palacios reales durante la segunda mitad del siglo XIX, Sinaia se convierte en una estación de montaña muy apreciada por las familias pudientes. Desde el castillo de Peles hasta el monasterio de Sinaia hay unos 50 km., todo de carreteras de montaña, así que aproximadamente tardamos 1 hora en llegar. La entrada al monasterio cuesta 1.5 Euros por persona, los niños solo pagan la mitad, y está abierto todos los días. El monasterio es sencillo y elegante por fuera y una decoración interior impresionante y en el se respira paz. El pueblo de Sinaia es muy bonito y uno de los mas turísticos de los que vimos en todo nuestro recorrido por Rumanía. Ademas de andar por sus calles, hicimos un recorrido en trenecito y con un refresco en un bar recuperamos fuerzas para partir de nuevo a nuestro lugar de hospedaje, la casa de Daniella. Cuando llegamos allí, era un poco pronto para la cena, así que optamos por pasear por la zona, solo puedo decir que el lugar es maravilloso, rodeado de arboles, un pequeño río, vimos como se siegan las zonas de cultivo, todo manual nada de maquinaria pesada, como colocan lo recolectado en montones para que se sequen... finalmente cenamos en el jardín de la casa bajo un cenador de madera.

A la mañana siguiente ya repuestos, desayunamos y nos despedimos de Daniella y su familia, dejábamos su casa, nos trataron muy bien y siempre los recordaremos con mucho cariño.

El día comenzó temprano, salimos rumbo a Rasnov, muy cerca de donde estábamos. No entraba dentro de nuestros planes de viaje iniciales visitarla, pero al ver la fortaleza desde la carretera no podíamos abandonar esa zona sin dar un paseo por allí. La fortaleza de Rasnov esta situada sobre la cima de una colina en los Cárpatos sobre el pueblo de Rasnov. Fue una fortaleza construida para protegerse de las invasiones y esta diseñada para albergar familias enteras por largos periodos de tiempo, encontramos casas, una escuela, una capilla y algunos edificios comunales, es mas una aldea que un castillo y como sistemas defensivos tiene torres de vigilancia, bastiones y un puente levadizo. Solo se puede acceder a pie o en autobús turístico, así que dejamos el coche en el parking gratuito situado en una explanada justo antes de comenzar la subida, pagamos nuestro bus y arriba. El recinto esta muy bien conservado y realmente te transporta a otro tiempo, te encuentras gente vestida de la época y soldados custodiando la puerta. Las vistas desde este lugar son fascinantes. Un lugar lleno de encanto y magia que te transporta a otro tiempo.

De allí partimos a Prejmer, un pueblo a unos 30 Kilómetros de Rasnov y en el que nos encontramos con una de las grandes fortalezas de la región, la fortaleza campesina de Prejmer del siglo XIII, que forma junto con las demás fortalezas de la región, parte del patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO. Prejmer es el pueblo más fortificado de Transilvania, tal vez por no encontrarse en una montaña y ser mas fácil de invadir.

Una vez que accedimos a la fortaleza, nos transportamos a otro tiempo, es una pequeña ciudad, muy bien conservada, en la que destacan sus pasarelas de madera y sus distintas dependencias destinadas a distintos usos, una de ellas destinada al colegio en la que se ve la pizarra y los pupitres escolares.






De ahí partimos hacia el pequeño pueblo de Harman a unos 15 km de Prejmer para visitar su iglesia fortificada. Esta fortaleza se construyó alrededor de la antigua basílica sobre el año 1.420, de estilo románico está dedicada a San Nicolás.






Después de una mañana visitando las fortalezas y para retomar fuerzas salimos dirección a Brasov a unos 15 Km de allí, una pequeña distancia para comer y visitar una ciudad llena de encanto. Una vez que aparcamos el coche vimos que se trataba de una ciudad rebosante de vida. Lo primero que nos llamó la atención fue la entrada a través de la puerta de Santa Catalina, es la única entrada a la ciudad vieja y data de 1.535. El centro de Brasov es peatonal, elegante y lleno de tiendas de estilo occidental, encontramos restaurantes, librerías, heladerías,... La plaza mayor está presidida por el antiguo ayuntamiento y sus fuentes, bancos para sentarse y terrazas al aire libre, la hacen unica para descansar y disfrutar de unas vistas unicas.

La iglesia Negra, que preside la ciudad, fue construida entre 1.383 y 1.477 y es de estilo gótico. El templo parroquial es protestante luterano y recibió su nombre actual tras un gran incendio que devastó la cuidad y cuyo humo y llamas ennegrecieron sus murallas. Tiene una longitud de 89 metros y en el se mezcla el estilo gótico de los pórticos y el estilo barroco de las galerías..

Tras almorzar en una terraza a un muy buen precio, salimos hacia el teleférico para subir a lo mas alto de la montaña y disfrutar, no solo del verde de los Cárpatos, sino de unas vistas a la ciudad inmejorables. Compramos pinturas, recuerdos, nos tomamos un gran helado, …, una tarde fabulosa en un entorno de lujo.

Ya tarde, salimos hacia Zetea., 120 Kilómetros de distancia y casi dos horas para recorrerlos. Allí teníamos previsto descansar, en casa de Olga.

Una vez mas las carreteras nos sorprendieron, no solo por lo diferentes que son si las compramos con las españolas, un solo carril, de asfaltado no muy bueno, …., sino por que por ellas compartíamos espacio con carros, vacas y caballos hasta el punto de poder tocarlos con las manos. Después de perdernos y preguntar 100 veces encontramos la casa de Olga que es espectacular, hasta con una bañera gigante en la que los niños disfrutaron bañándose, un jardín magnífico y una cena de verdadero lujo, sopa típica, pollo en salsa , y postre casero, una delicia para el paladar, pero sobre todo destacar que Olga fue especialmente atenta con nosotros. Noche reparadora y desayuno reponedor para otro día lleno de cosas por hacer y muchas cosas previstas para ver. Después de cargar el coche, salimos en dirección a Sighisoara, 60 kilómetros y 1 horita de coche.

Al llegar a Siguisoara, lo primero que llama la atención es que es una ciudad medieval fortificada perfectamente conservada , por lo que ha sido declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Siguisoara es la ciudad de nacimiento de Vlad Drácula, también conocido como Vlad el Empalador. En ella destacan la Ciudadela y la torre del reloj.

La Ciudadela fue construida en el siglo XII y se fortaleció y amplió en el siglo XV. Un paseo por las calles empinadas de la ciudad con su arquitectura medieval original, las callejuelas adoquinadas, escaleras empinadas, plazas solitarias, torres, torretas,... todo conservado a la pefección, es como retroceder en el tiempo.


La Torre del Reloj, también conocida como la Torre del Consejo, fue construida en la segunda mitad del siglo XIV .

Pasear por sus calles es transportarte a otra época, no ves el momento de salir de esta fantástica ciudad, pero debíamos irnos si queríamos llegar a buena hora al Lacul Rosu y las Llaves de Bicaz, 160 Km y mas de dos horas de camino por una carretera de montaña muy pesada.

El Lago Rosa, es un lago de almacenamiento natural y está situado a los pies de las montañas Hasmasu Mare, es el mayor lago de montaña natural en Rumanía. Su nombre viene del color rojizo que le proporcionan el óxido e hidróxido de hierro depositados en el lago. El lago rojo se formó en 1837, cuando después de una serie de tormentas una enorme pieza de piedra separada de una montaña taponó la salida natural del agua y formó este lago a modo de presa, dentro del agua aun pueden los tocones de abeto que aun continúan en el mismo sitio en el que estaban antes de la formación del lago.

El paisaje dentro del lago es una verdadera maravilla, la fauna y la flora son muy ricas, se pueden ver pinos blancos, arces y álamos y en la zona habitan animales como el lince, la gamuza, lobos, ciervos y jabalíes.



Salimos desde el lago rosa en dirección a Vama, nuestra siguiente zona de hospedaje, la casa de Flori, pasando, como no podía ser de otra manera, por el Cañón de Bicaz, otro paraje natural excavado por las aguas del río Bicaz y que sirve como vía de paso entre Transilvania y Moldavia. Está a unos 8 km del lago y forma parte del Parque Nacional "Cañón del Bicaz", que incluye las áreas protegidas de el Lago Rojo, el Cañón del Bicaz y la montaña Mare Hasmas. La carretera tiene forma de serpiente y los acantilados, precipicios y cuevas forman un paisaje natural extraordinario y diferente y donde cada rincón te llama la atención, hasta el punto de tener que detenernos en la carretera para admirar alguna zona en concreto.

La casa de Flori es una casa muy bonita, con jardín, una pequeña huerta y una graja llena de animalitos que hicieron las delicias de mis niños, cenamos y a la cama, al día siguiente nos esperaba un día agotador, teníamos previsto visitar los monasterios.


Después de un agradable desayuno con la familia de Flori, salimos dirección al monasterio de Moldovita, no muy lejos de allí. La historia de este monasterio comienza en el siglo XVI, en los bosques que rodeaban las faldas de las lomas derecha e izquierda del valle de Moldovita y el riachuelo de Ciumârna donde ya vivían numerosos ermitaños que, pasado el tiempo fundaron una ermita de madera surgiendo así una colectividad espiritual. Por problemas de espacio la ermita de madera fue reemplazada por otra de piedra, la cual debido a un deslizamiento del terreno se desmoronó, las cuales pueden verse no muy lejos del actual monasterio fundado en 1.532. La pintura mural de la iglesia se integra en el complejo pictórico de los monasterios de Bucovina considerándose como "uno de los monumentos mas importantes de arte antiguo romano”.

Nuestro siguiente destino fue el monasterio de Sucevita, a unos 35 kilómetros de distancia, situado en la localidad de Sucevita, y construido entre los años 1.585 y 1.601.Las pinturas fueron realizadas al fresco entre septiembre de 1.595 y julio de 1.596. Se conserva en su forma original, (aunque ahora mismo se están realizando obras de rehabilitación en el monasterio). Todas las pinturas respetan la tradición de la primera mitad del siglo XVI e introduce nuevos temas de carácter teológico-dogmático como la escena de la concha y otras representaciones de la Santísima Trinidad. La pintura exterior es la mejor conservada del grupo de iglesias moldavas pintadas en el exterior, es impresionante la representación de la Escalera de las Virtudes, obra maestra de la pintura medieval rumana y la mas impresionante por su amplitud y contraste entre el orden de los ángeles y el caos del infierno.

Tras la visita a este monasterio pusimos rumbo al monasterio de Humor a otros 30 kilómetros de distancia. Esta situado al norte de Moldavia, en el valle por el que discurren las claras aguas del río Humor. La iglesia del monasterio, con La Asunción como patrón, se inscribe entre las mas importantes iglesias de frescos exteriores de Bucovina que reflejan en su antigüedad, persistencia y estética la profundidad de las creencias cristianas, la gloria y la melancolía del histórico destino de los seres humanos de esta región. La pintura presenta una perfecta armonía entre la fidelidad a los elementos característicos del arte bizantino con origen en la teología de las iglesias orientales y la libre expresión del talento creador autóctono.

Y para terminar el recorrido fuimos al monasterio de Voronet, a solo 10 kilómetros de distancia que fue levantado en el lugar de la anterior ermita de madera situada en un entorno de bosque. La iglesia de piedra fue construida en 1.488. Las pinturas de los muros exteriores comenzaron en 1.547. Esta iglesia es considerada como La Capilla Sixtina de Oriente, por el gran fresco que cubre por completo la pared oeste y que representa El Juicio Final.


Los monasterios son fabulosos en todos sus aspectos, la conservación, el entorno,  el respeto, la paz que se respira en ellos, es destino obligatorio para cualquier persona que decida visitar Rumanía.

Vuelta a casa de Flori, prepararon barbacoa y los niños disfrutaron con los animales de la granja y jugando al fútbol en el jardín, la cena deliciosa, sopa típica, carne de barbacoa y postre casero.

Al día siguiente nos levantamos pronto para desayunar y hacer las maletas, nos despedíamos de Flori y su familia, abandonábamos su casa para dirigirnos a Vadu Izei, lugar de nuestro siguiente alojamiento, pero antes teníamos que ver muchas cosas interesantes.

Paramos en el Río Siret a mojarnos los pies en sus frías aguas y a disfrutar del entorno, fascinante, paramos en la Basílica de Lemn “St. Nicolae”, en el monasterio de SF Prooroc Ilie Dragomiresti.




Vimos las fabulosas puertas de madera tallada, nos metimos por carreteras sin señalizar solo por ver el paisaje, estuvimos con sus gentes muy amables, se sorprendían al vernos y se ofrecían a hacernos fotos, incluso un señor quería hacerse una foto con nosotros, fue muy divertido.

Finalmente llegamos al monasterio de Barsana, hay unos 180 kilómetros de distancia pero con tanta parada llegamos a medio día .

La aldea de Barsana data de 1.326 y es la mejor muestra de la perfecta unión de la arquitectura religiosa occidental y oriental. El Monasterio de Barsana es uno de los monasterios más bellos de Rumanía y del mundo y por ello su iglesia figura en la lista como parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Las estancias del monasterio están construidos de madera y conforme con la tradición local, carecen de clavos y no se utilizaron herramientas eléctricas durante la construcción. La madera tallada y las pinturas en las paredes, representan la maravillosa muestra de la habilidad de los constructores y artesanos rumanos. La aguja de la iglesia llega a los 56 metros de altura.

Tras Barsana, salimos en dirección a Vadu Izei, a nuestra siguiente parada logística en casa de Ileana a unos 15 minutos de distancia. Antes de llegar allí. paramos en un pueblo llamado Sighetu Marmatiei, con la idea de pasear por sus calles y visitar la antigua cárcel comunista, de la que solo puedo decir que es muy triste entrar en ella y ver las condiciones en las que eran tratados los presos, todo esta “casi” igual a como estaba y hay un museo.

Llegamos a casa de Ileana a ultima hora de la tarde, nos duchamos y cenamos en el gran patio de césped que tenia detrás de la casa, rica cena típica y buena compañía, allí conocimos a una familia de rumanos que había vivido en España varios años y que se habían traído un muy buen recuerdo de nuestro país, charlamos un rato largo y los niños mientras jugaban con otros niños asi que una velada distendida hasta que llego la hora de descansar.

Al día siguiente desayuno y salida hacia uno de los lugares que mas ilusión nos hacia conocer a priori, el cementerio alegre de Sapanta, esta a una media hora de la casa de Ileana, así que llegamos prontito. El Cementerio Alegre de Sapanta es actualmente un museo al aire libre, sus tumbas de colores vivos y pinturas con escenas de la vida del difunto, lo hacen bastante original. Este cementerio data de 1.935 y sus cruces son de madera de roble. El diseño tan colorido y el nombre tan poco usado en nuestra cultura para un cementerio "alegre", se basa a la actitud frente a la muerte, ellos tienen la creencia de que el alma es inmortal y ven la muerte, no como un trágico final, sino como paso a una vida mejor, por ello este cementerio es claramente diferente al resto de los cementerios de sociedades europeas, donde la muerte supone el fin y algo trágico.

Es realmente curioso de ver, todo el cementerio lleno de cruces de color azul vivo con dibujos y textos, algo realmente impensable e inimaginable para una cultura como la nuestra. Los textos están escritos en rumano, por lo que no entendimos lo que ponía en ellos, pero solo ver las imágenes dibujadas merece la pena, no hay dos iguales y son realmente imaginativas.

Era domingo, así que pudimos ver a las señoras rumanas muy elegantes con un pañuelo en la cabeza dirigiéndose a misa.

Tras el cementerio fuimos a la iglesia de Sapanta-Peris, muy cerca del cementerio y que conocimos de su existencia tras charlar la noche anterior con una familia rumana que nos recomendó su visita. Esta iglesia es de madera, ya que según se dice, no había dinero para construirla en piedra y es la mas alta del mundo con una altura de 78 metros.

Esta iglesia, junto con otras ocho iglesias de madera que forman el conjunto de Maramures, constituyen un ejemplo de las soluciones arquitectónicas empleadas para diseñar construcciones altas y estrechas en períodos y regiones diferentes con técnicas artesanales y que poseen un esbelto campanario, techos sencillos y tejas planas de madera. Estos templos son muy característicos del paisaje cultural de la región montañosa del norte de Rumanía.

El monasterio de Sapanta-Peri fue construido en 1.766 para la comunidad greco-católica de la localidad. En 1.783 el monasterio fue destruido y su reconstrucción se ha reiniciado recientemente, toda en madera de roble .

Llegamos a la frontera con Ucrania , solo la vimos de lejos, no llegamos a parar el coche, y de ahí a Baia Mare, una bonita ciudad que paseamos y en la que nos tomamos un refrigerio y de ahí a Nicula, muy cerca de Sic, donde nos esperaba la casa Filep Sandor, nuestro destino de ese día, a 160 Kilómetros de distancia.



El monasterio de Nicula, es uno de los tesoros espirituales de la vida de los cristianos ortodoxos de Transilvania. La Iglesia es de piedra (actualmente se estan haciendo obras de remodelación) y fue construida entre los años 1.875 y 1.879. En 1.928 el papa Pío XI le concedió la categoría de santuario mariano. Es un importante centro de peregrinación en el norte de Transilvania. Se encuentra enclavado en lugar privilegiado con unas vistas increíbles.
















De aquí a Sic, a unos 12 kilómetros, a casa de Filep, una casa moderna por fuera pero muy tradicional por dentro, animales de corral, huerto, artesanía típica, comida casera, y gente encantadora. La señora nos enseño todo su ajuar, labores, fotos y nos contó historias y anécdotas de Rumanía, un verdadero lujo conocer la historia rumana de boca de gente rumana que la conoce tan bien porque la ha vivido en primera persona y que habla con tanto entusiasmo de lo suyo. Los niños disfrutaron jugando con sus hijos y al caer la noche a descansar. Un desayuno reparador exquisito y camino de Cluj Napoca unos 40 kilómetros por una carretera no muy buena pero con unos paisajes fantásticos.

Cluj Napoca es una ciudad bulliciosa y con mucho trafico, problemas para aparcar, semáforos, .... aparcamos en las afueras de la ciudad y nos dirigimos al centro, una vez llegamos allí., descubrimos que había valido la pena la caminata, la plaza, las iglesias, los espacios verdes, los grandes espacios abiertos...tomarte algo fresquito en una terraza para coger fuerzas y continuar fue una sensación magnifica.

Cluj Napoca es una localidad con una de las economías más dinámicas del país, es una ciudad vibrante, cultural y educativa, varias universidades tienen aquí su sede, por lo que la mayor parte de la población estudiantil de Rumanía. se encuentra aquí instalada.

En la plaza principal se funden edificios de los siglos XVIII y XIX con tiendas y restaurantes en una perfecta armonía .

Merecen una mención especial edificios como la iglesia de San Miguel, el palacio Banffy, la Iglesia Reformada Calvinista, la Basílica de San Pedro y San Pablo, el Bastión de los sastres, la Fortaleza Hill.
Y de aquí a Alba Iulia a unos 100 kilómetros de distancia y algo menos de dos horas de recorrido. Al llegar lo primero que nos impresionó fue la gran plaza que precede a la Catedral Ortodoxa. Si la plaza es impresionante, la Catedral es una maravilla, no solo el interior, sino todo el entorno exterior, con una armonía perfecta entre la vegetación y la construcción. Accedimos a la ciudadela un lugar fantástico, en el que una vez que accedes da la sensación de que entras en otra época, decoraciones de madera, pasarelas, caballerizas, estatuas de piedra, gentes vestidas de la época... un lugar con un encanto especial, es una de las más impresionantes de Europa.

Es una ciudad con una gran interés arqueológico y de patrimonio y está situada a orillas del río Mures. Ha tenido una contribución muy importante a la historia de asentamientos humanos y ciudadelas fortificadas, se han encontrado vestigios de una cultura que data desde el Neolítico hasta la edad media, lo que da fe de la continuidad de los seres humanos en estos territorios, todo ello gracias a la suavidad del clima y la riqueza de la tierra.

Fue aquí donde el 1 de diciembre de 1918 la provincia de Transilvania anunció su unificación con Rumanía. En 1922 el príncipe Fernando fue coronado rey de Rumanía.
Un día caluroso, paramos a comer algo y refrescarnos para poner rumbo a otro de nuestros destinos que mas interés teníamos de conocer, Sibiu, a una hora y media de coche para recorrer los 70 kilómetros que separan ambas ciudades. Llegamos al aparcamiento situado dentro de la ciudad y por el que hay que pagar para acceder, es bastante cómodo y no es muy caro, así que es la mejor opción para aparcar y disfrutar caminando de esta ciudad.

Sibiu fue capital cultural europea en el año 2.007. El Casco antiguo es impresionante, aun se conservan los muros medievales que protegen la zona histórica, las calles estrechas, pasajes y edificios de siglo XVII.
Esta situada en el centro de Rumanía, en el sur de Transilvania y fue durante años unas de las fortalezas mas prosperas e importantes de Europa a nivel comercial. La plaza grande de la ciudad ha sido testigo de asambleas, mercado y ejecuciones publicas y ahora ha sido designada como monumento arquitectónico por UNESCO y ella están algunos de los edificios más impresionantes en Sibiu.

La ciudad tiene un encanto especial y todos los rincones son dignos de ser fotografiados, mirados y remirados y pasear por sus calles se convierte en un verdadero placer. Sus terrazas donde tomar un refrigerio, sus calles con puestos típicos donde comprar recuerdos de la zona (muy económicos), sus iglesias, su plaza principal, sus calles adyacentes...

Un detalle que nos llamó mucho la atención, y que ya habíamos visto antes, pero aquí nos impactó, fueron los tejados, se caracterizan por tener ventanas en forma de ojos y que parece que te observan todo el tiempo, se denominan "los ojos de Rumanía.".

No veíamos el momento de irnos de allí., pero se hacia algo tarde, teníamos alojamiento en Sibiel a 20 kilómetros y 30 minutos de camino y podíamos hacer esperar mas Cristina, que muy amable espero a nuestra llegada para prepararnos la cena.

Al día siguiente, salimos en dirección a Bucarest, no sin antes disfrutar de los paisajes rumanos, sus ríos, sus montañas y encontrarnos, casi de casualidad, el monasterio de Cozia, uno de los monumentos más valiosos de la arquitectura del siglo de XIV, situado en el desfiladero del río Olt, que recorre los Cárpatos Meridionales. La iglesia principal impresiona por su ornamentación y las pinturas de un valor inapreciable.

Y finalmente Bucarest, paseamos por sus calles, disfrutamos de su noche, de sus tiendas, ... pero por desgracia no tuvimos tiempo suficiente para disfrutarla todo lo que se hubiera merecido, se nos hizo tarde, teniamos que descansar para el dia de avión y coche que nos esperaba al dia siguiente.

11 comentarios:

  1. Este verano nos gustaría hacer un viaje a Rumanía como el vuestro. Sería interesante intercambiar información.

    Un saludo

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  2. Este verano nos gustaría hacer un viaje a Rumanía como el vuestro. Sería interesante intercambiar información.

    Un saludo

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    1. Hola ¿que tal? a mi me gustó mucho el pais, me sorprendió muy gratamente. Si claro, en lo que os pueda ayudar con mucho gusto. ¿que quereís saber?

      Saludos

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    2. Me gustaría ponerme en contacto con vosotros para hablar. Si puedes mandarme un email por privado te lo agradecería.

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    3. Me gustaría ponerme en contacto con vosotros para hablar. Si puedes mandarme un email por privado te lo agradecería.

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  3. Te dejo mi mail, (no se cual es el tuyo) ssanchezm71@gmail.com

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  4. ¡Maravilloso! Tus posts son los mejores definitivamente, escribes con una gran precisión y elocuencia. Adoro leerte
    tienes un blog muy genial ¡Por favor sigue subiendo mas sobre cómo
    Viajar Economico!

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  5. Qué suerte haber encontrado tu post! Me encanta como escribes,me ha resultado muy útil toda la información ahora que estamos planeando este viaje. Una pregunta, ¿Cómo reservasteis las casas donde os alojasteis? Muchas gracias

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  6. Muchas gracias Anabel por tu comentario. Nosotros reservamos los vuelos, el coche y las casas a través de una mayorista exit-tours.net, lo hicimos en nuestra agencia de viajes habitual, ellos se pusieron en contacto con la mayorista y en la agencia recogimos los billetes de avión y las reservas del coche y las casas. Todo muy bien. Si tienes más dudas no dudes en preguntarme. Un saludo y que disfrutes el viaje.

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  7. Anabel, mira en la página touristforum.net, si no me equivoco es la minorista de exit-tors

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