Nuestro primer atraque fue en la ciudad de Marsella, en Francia. Teníamos tiempo de visitar la ciudad, la hora tope para subir al barco eran las 5 de la tarde, después de esa hora no te dejan embarcar, así que si llegas mas tarde de esa hora, seguir el viaje, es, cuanto menos, diferente.
Marsella es la tercera ciudad más grande de Francia y la segunda más poblada. El puerto de Marsella es muy grande, comercialmente hablando, es el mas importante de Francia.
El puerto es enorme y la zona de atraque de los barcos está un tanto lejos del centro, ya ibamos preparados y sabíamos cuales eran las alternativas. A unos 15 minutos o algo menos andando, por un caminito marcado y bastante cómodo de andar, hay un autobús que te deja en el mismo centro de la ciudad, en el puerto viejo. Tiene una frecuencia de unos 20 minutos y es gratuito. Cuando nosotros lo cogimos no había mucha gente esperando, digamos que llegamos y nos subimos, con la gente que había en la cola se llenó el autobús entero, pero si es cierto que la zona está preparada para que se formen largas colas, por lo que imagino, que habrá veces en los que haya que esperar bastante para subirse al bus. Después el viaje es cortito, unos 15 minutos y llegas al mismo centro, al puerto viejo. Para el que no quiera andar está la opción del taxi o reservar plaza en el bus lanzadera que te ofrece la naviera, son 15.99 € los adultos y 9.99 € los niños, hay varios horarios de ida y de vuelta. Nosotros fuimos andando hasta el bus, mucha gente salió con la misma idea, así que no ibamos solos. Hacía un pelín de calor, no hay vegetación ni sombras que sirvan para refrescar, además, el puerto no es muy bonito, bueno no se como definirlo, un puerto lleno de cemento, agua, barcos y contenedores. No hay nadie en la zona de desembarque, no hay vendedores de excursiones ni nada de eso, solo hay taxis esperando turistas, y por lo que se oía comentar, eran taxis precontratados.
Me gustó mucho la ciudad, me hubiera quedado mas tiempo en ella, me sorprendió muy gratamente, una pena que tuviéramos tan poco tiempo.
Muy cerca de la parada del autobús en el puerto viejo, está la catedral de Marsella o Santa María la mayor. Su construcción terminó en 1.893. Posteriormente se la declaró monumento nacional.
Está muy cerca del mar. Todo el entorno se remodeló en 2.013 al ser declarada capital europea de la cultura.
Después de visitar el interior de la catedral, seguimos caminando y llegamos al barrio de Le Panier, el barrio más antiguo de Marsella y también uno de los más visitados.
Es un barrio pintoresco, tiene una encrucijada de callecitas estrechas, unas plazas muy bonitas donde apetece sentarte y tomarte algo, fachadas de colores, tiendecillas de artesanos y artistas en distintas disciplinas... en este barrio se puede decir que está la esencia de la ciudad. Un lujo pasear por él.
El monumento mas destacado de Le Panier es la Vieja Caridad (Vieille Vharité), un edificio que data del siglo XVI y que ha tenido distintos usos, desde hospicio y atención a los mas necesitados, a ser un edificio de uso cultural.
Eso es todo lo que pudimos ver ese día, nos supo a poco, pero teníamos que regresar al barco.
El lugar en el que está construida hace que tenga un papel estratégico en la historia, ya que sirvió como lugar de culto, vigilancia y fortificación militar. Sus vistas deben de ser impresionantes.
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