Viajar por Francia y los castillos del Loira en familia

Nunca sabemos hasta ultima hora que hacer en nuestros días de vacaciones, este año, tras muchas dudas, presupuestos, cambios de fechas por distintos motivos..., decidimos visitar Paris, hacer una ruta por el Valle del Loira y visitar sus magníficos castillos, visitar Monte Saint Michel, las playas del desembarco de Normandia y como no, un parque de atracciones, el Parque Asterix.

El día 6 de agosto salimos del aeropuerto de Málaga hacia París, donde pasamos un par de noches visitando todo lo que nos dió tiempo.

Moverse por Paris es relativamente fácil si eliges un transporte público como el metro, no se si todos, pero si muchos de los lugares mas turísticos de la ciudad tienen un acceso a él relativamente cerca, por ello elegimos el hotel cercano a una boca metro, concretamente el Median Paris Porte de Versailles. Es cierto que es un transporte cómodo pero a la vez un tanto rollo por tanto transbordo y tanto tiempo como inviertes en el subterraneo, pero hay que tener en cuenta que en París las distancias son larguisimas y moverse es tedioso, pero bueno, eso lo sabiamos antes de salir de casa.

Nada mas dejar las maletas en el hotel, salimos a ver la Torre Eiffel, símbolo de Paris, constuida por el ingeniero francés Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1.989 en Paris.

Este monumento es el mas visitado del mundo, está situado a orillas del río Sena y es la estructura mas alta de la ciudad con 324 metros de altura, aunque no siempre fue tan alta, en principio su altura era de 300 metros, pero en 1.903 se instaló en lo mas alto una antena de radio de 24 metros de altura llegando así a la altura total. Está torre, hoy símbolo de la ciudad, se construyó con fecha de caducidad, solo estaría en pie 20 años, tras lo cual se desmontaría, sin embargo, la colocación de una gran antena de radio en la cima de la torre que permitía la mejora en las comunicaciones logró indultarla y dejarla en el lugar que hoy ocupa. La torre y su antena jugaron un papel importante en durante la Primera Guerra Mundial captando informaciones muy importantes para el desarrollo de la guerra, tras ella, la antena se utilizó con fines mas banales como radio musical, en la Segunda Guerra Mundial fue usada como radio de guerra otra vez. En la actualidad gracias al turismo internacional, se ha convertido en un monumento internacionalmente reconocido, el mas visitado y un símbolo de París.

No era una estructura que gustara mucho a los parisinos de la época y muchos fueron los bulos que recorrieron la ciudad de Paris indicando el desmontaje de una torre que nunca se produjo. Muy sonada fue la estafa de Victor Lustig quien falsificó documentación para hacerse pasar por quien no era, un enviado del gobierno encargado de buscar a alguien que se encargara de comprar la torre para desmontarla y vender el hierro de su estructura como chatarra. Consiguió camelarse a un empresario metalúrgico con los argumentos de que era un estructura provisional, su alto coste de mantenimiento y que no encajaba en la ciudad por la diferencia de arquitectura de la ciudad y del resto de las ciudades europeas, por lo que había que desmontarla a la voz de ya. El empresario lo creyó y compró la torre, pagó y Lusting se escapó con el dinero.

Nosotros no conseguimos entradas para subir, ni por la noche ni al día siguiente por la mañana, las entradas on line estaban agotadas para las fechas en las que estábamos allí y las colas para conseguirlas en la taquilla, aunque solo fuera para subir por las escaleras, eran kilométricas. Se nos quedó un pequeño mal sabor de boca, pero solo estar allí en este entorno tan mágico, nos sirvió de consuelo.

Desde la torre se ven los jardines del Trocadero, un conjunto de fuentes y jardines que se construyeon con motivo de la Exposición Universal de Paris en 1.878. Justo al otro lado está el campo de Marte donde los turistas y no turistas se sientan a descansar de su visita por la ciudad bajo los pies de la gran Torre Eiffel.

Muy cerca de la torre hay un embarcadero donde coger un barco para dar una vuelta por el río Sena, el precio fue de 14 euros por persona, una horita, merece la pena, es una maravilla de paseo.

Tras el barco salimos a buscar el globo aerostático mas grande del mundo, está en el Parc André Citroënel. Sube a 150 metros de altura y las vistas a la ciudad son fabulosas. El precio del billete es de 12 euros y dura 20 minutos. La cesta se llena muy rápido por que suben grupos muy reducidos, así que estuvimos allí un buen rato al sol esperando nuestro turno.

De camino al globo nos encontramos con la estatua de la libertad, no queríamos llegar al globo y encontrarlo cerrado, así que no nos paramos, con la idea de volver sobre nuestros pasos para ver con todo detalle la Estatua de la Libertad de Paris. Es mas pequeña que la original americana, solo mide 12 metros y está en una pequeña isla artificial sobre el río Sena, la isla de los cisnes. Esta réplica de la Estatua de la Libertad fue donada por la comunidad americana a Francia para celebrar los 100 años de la Revolución Francesa.

 

Seguimos andando por un bonito paseo sobre el río Sena para llegar a una parada de metro y  visitar el barrio de MontMartre, un barrio en lo alto de una colina, famoso por los pintores que venden sus obras en la calle. En lo mas alto de la colina está la impresionante basílica del Sagrado Corazón, Sacre Coeur, un monumento emblema de la ciudad.

Es un barrio muy bonito, calles empedradas, pintores, cuadros. Imprescindible un paseo con mucha tranquilidad para disfrutar de este entorno mágico.

Finalizada la primera jornada maratoniana en Paris y su correspondiente descanso, nos levantamos con la idea de seguir visitando la ciudad por la mañana, comer y salir hacia nuestro siguiente destino, Orleans, para comenzar nuestra ruta por el Valle del Loira. Al abrir la ventana vimos que era un día gris, amenazaba lluvia, pero eso no puede parar a un turista, así que nos vestimos con el pantalón largo, paraguas y a seguir por París. Nos subimos al metro con destino al Arco del Triunfo. Al salir del metro estaba chispeando, así que rápido a la cola para entrar.

El Arco del Triunfo, es otro de los monumentos mas famosos de París. Tiene 50 metros de altura y la base de 45 por 22 metros, comenzó a construirse en 1.806, cuando Napoleón ordenó su construcción tras la victoria en la batalla de Austerlitz y terminó en 1.836.

En la base, la Tumba del Soldado Desconocido, construido en 1.921, donde su llama encendida, representa a todos los franceses que murieron en la Primera Guerra Mundial y no fueron identificados.

Sobre las caras de los pilares del Arco, se leen los nombres de las batallas ganadas por Napoleón y los nombres de los 558 generales franceses, los que murieron en combate están subrayados,

Subimos las 286 escaleras para llegar a la terraza y a pesar de tener menor altura que la Torre Eiffel, las vistas son impresionantes.

En cuanto salimos del Arco, empezó a diluviar y no tenia pinta de que fuera a parar pronto, así que cambiamos de planes y adelantamos nuestra salida hacia Orleans, lugar elegido como lugar de inicio de nuestra ruta para ver los castillos del Valle del Loira.

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Llegamos a medio día, desde París son unos 133 Km y algo mas de hora y media en coche por una carretera bastante buena. Nos llovió todo el camino y al llegar a la ciudad escampó pero hacia frío. Fuimos directamente a comer, eran mas de las cuatro de la tarde, nosotros estamos acostumbrados a esas horas para almorzar pero aquí estaba todo cerrado, lo que nos llamó poderosamente la atención, pensábamos que al ser una ciudad turística los horarios serian mas amplios. Buscando encontramos abierto un restaurante de comida rápida donde almorzamos cerca de las cinco de la tarde y a la vuelta nos encontramos con la fabulosa catedral.

La catedral de Orleans o catedral de la Santa Cruz, es de estilo gótico. Fue fundada en el siglo siglo III pero fue destruida varias veces durante las conquistas de la ciudad, volviendose a levantar una y otra vez, hasta que se reconstruyó e inauguró tal y como la conocemos hoy en el año 1.829.

Paseando por la ciudad llegamos  la Place du Martroi, en ella está la estatua de Juana de Arco, quien, el 29 de abril de 1.949, liberó a la ciudad de Orleans del dominio inglés en la Guerra de los Cien Años.

Paseamos por la zona mas antigua de la ciudad, son calles peatonales, llenas de bares y restaurantes, aunque los horarios de apertura no se parecen absolutamente en nada a los de aquí, son bastante mas reducidos, a medio día cierran y de noche con un poco de suerte hasta las once. Pasear por estas calles es muy agradable, sus calles con fachadas de vigas de madera pintadas de colores son realmente bonitas y dan al paseo un ambiente diferente.

Caminando llegamos hasta el rio Loira y al puente George V que lo cruza. Es un puente de 325 metros de piedra contruido entre 1.751 y 1.760, le debe su nombre al Rey George V despues de la Segunda Guerra Mundial.

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Castillo Sully-sur-Loire

A unos 50 Km. de Orleans, en el municipio de Sully-sur-Loire, al borde del Loira, está el Castillo Sully-Sur-Loire.

Es una antigua fortaleza medieval construida a finales del siglo XIV que posteriormente se convirtió en la residencia de los duques de Sully. Actualmente el Consejo General del Loira es el propietario del castillo, quien se encarga de su mantenimiento. Fue declarada Monumento Histórico por el estado francés en 1.928. Destacan las altas torres y los fosos llenos de agua. Esta fortaleza está incluida en la ruta de los castillos del Loira y fue declarado por la UNESCO , Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2.000.

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Castillo de Chambord

Tras un día genial en Orleans, salimos destino a Tours, a 116 Km y algo mas una hora de coche, aunque no fue un viaje directo, teníamos que hacer una parada "obligada" en el castillo de Chambord, no hay que desviarse mucho de la carretera y casi es obligada la visita. Todos los castillos que visitamos en nuestra ruta tiene algo que lo hace diferente y único. Este es impresionante, de hecho es el mas grande de los castillos del Loira, si tuviera que decir un imprescindible para no perderse, sin duda sería este.

Fue construido como solo como residencia en época de caza para el rey Francisco I, no era su residencia oficial.

En 1840 fue inscrito en la lista de Monumentos Históricos de Francia y en 1981 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Actualmente forma parte del conjunto de los Castillos del Loira declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2.000.

El castillo tiene 8 torres simétricas, 440 habitaciones, chimeneas, escaleras de acceso... está rodeado por mas de 50 km2 de bosque. 

Tras la muerte de Francisco I el castillo quedó abandonado, no fue hasta 1639 cuando el rey Luis XIII se lo cedió a su hermano quien lo restauró.

Desde las azoteas transitables que posee el castillo se ven unas vistas de los jardines y del bosque que lo rodea maravillosas.

Este castillo te ofrece la posibilidad de alquilar bicicletas, cochecitos eléctricos y paseos en calesa para visitar sus jardines, sin embargo una tromba de agua nos impidió hacer nada de esto.

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Castillo de Cheverny

Después de la tromba de agua que nos acababa de caer, no sabíamos si habría posibilidad de ver mas castillos o por el contrario tendríamos que irnos directos al hotel, pero de pronto el sol salió y nos permitió seguir nuestra ruta, y eso era visitar el castillo de Cheverny, a unos unos 20 km. del castillo de Chambord.

Aparcar es sencillo y gratuito, en las inmediaciones del castillo hay amplias zonas de parking.

Fue construido entre 1.620 y 1.640 en estilo francés, y si tuviera que definirlo en una sola frase, lo haría como el castillo con mas decoración en su interior de todos los castillos que visitamos.

Este castillo se conoce tambien como el castillo de Moulinsart, ya que el escritor belga Herbé se inspiró en él para dibujar en sus comics la casa del Capitán Haddock, personaje de las aventuras de Tintin.

Justo en la entrada se puede visitar "los secretos de Moulinsar", una exposición permanente dedicada al gran Tintin, la entrada al castillo no cubre esta exposición, se paga aparte.

También destacar sus fabulosos jardines que se pueden visitar en tren eléctrico y en barco eléctrico, el paseo es guiado y hay que pagarlo en la entrada, te dan una vuelta y te muestran lo maravilloso del lugar. También se pueden visitar a pie incluido en el precio.

Este castillo pertenece a la misma familia, los Hurault, desde hace 6 siglos, sus actuales herederos y por los tanto sus propietarios, son los marqueses de Vibraye. Ellos viven allí, de hecho se pueden ver fotografías personales cuidadosamente colocadas en las mesas y muebles del interior del castillo.

Tras el castillo dimos una vuelta por la calle principal de Cheverny, muy bonita y tranquila, merece la pena darse una vuelta por ella.

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Y de ahí a Tours, donde hicimos noche, 55 minutos para hacer un trayecto de 79 Km.

Tras una noche de sueño reparador en Tours, seguimos con nuestra ruta de castillos por el valle del Loira, primero el castillo de Villandry a solo 17 km de distancia. 

Se puede visitar el castillo y los jardines o solo los jardines, están las dos opciones, nosotros solo visitamos los espectaculares jardines, que están considerados como los mas bonitos de Francia.

Castillo de Villandry

El castillo de Villandry fue construido en 1.536 por orden de Jean de Breton, ministro de finanzas de Francisco I, sobre lo que fue una fortaleza medieval del siglo XII. Ha pasado por muchos propietarios y por muchas reformas para adaptarlo a las distintas necesidades y a los distintos tiempos. Actualmente es propiedad de Henri Carvallo.

Este castillo es el último de los grandes castillos construidos en el valle del Loira.

Los jardines de Villandry están construidos en tres terrazas y divididos en cuatro áreas, un jardín ornamental, el jardín del agua, el jardín de las hierbas aromáticas y medicinales y un huerto.

En la terraza superior está el jardín del agua, de inspiración clásica. En el centro un gran estanque, un lugar tranquilo para descansa

Como prolongación al salón del castillo, en la terraza intermedia, los jardines ornamentales, setos estudiadamente colocados y recortados manualmente. 

En la terraza inferior el jardín de plantas medicinales y el huerto en el que se ven calabazas, lombardas, lechugas..

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Castillo de Langeais

A poco mas de 10 Km del castillo de Villandry está el castillo de Langeais.

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Castillo de Langeais

Data del siglo X y originariamente fue una fortaleza medieval.

El castillo fue ampliado por Ricardo Corazón de León, reconquistado por Felipe Augusto y destruido en la Guerra de los Cien Años. 

Luis XI ordenó la reconstrucción del castillo en 1.465.

Desde 1.469, fecha en la que terminaron las obras de reconstrucción, las modificaciones han sido muy pocas.

Solo quedan algunos restos de la fortaleza original, considerados como los mas antiguos en Francia.

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A unos 12 Km. de Langeais está el castillo Azay le Rideau.

Castillo Azay le Rideau

Este castillo de estilo renacentista fue construido sobre una isla sobre el rio Indra durante el reinado de Francisco I.

Ha pasado por varios propietarios hasta que en 1905 pasó a manos del Estado. En 1914 el castillo fue declarado Monumento Histórico.

No es un castillo tan impresionante como otros castillos del Loira, pero si hay tiempo en la ruta merece la pena una parada en él.

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A poco mas de 50 km del castillo de Azay Le Rideau está el castillo de Chenonceau, uno de los castillos, en mi opinión, mas bonitos de la ruta de los castillos del Loira y por lo tanto de visita obligada junto con el de Chambord.

Castillo de Chenonceau

Este castillo de estilo renacentista, data del siglo XVI y se conoce como el castillo de las damas, ya que fueron varias mujeres las que se encargaron de su diseño, desde la construcción del edificio, los jardines y las renovaciones posteriores del castillo.

Está construido sobre el rio Cher sobre los cimentos de una residencia feudal.
El molino y la fortaleza se derribaron quedando solamente la torre, llamada la torre de los Marques (a la izquierda de la imagen), que fue remodelada en el mismo estilo del castillo.
Se pueden visitar tanto los jardines como las distintas dependencias del interior del castillo y la torre, todo está perfectamente amueblado y decorado.

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Tras un merecido descanso reparador en nuestro hotel de Tours, salimos de nuevo a la carretera camino de nuestro nuevo destino, Rennes, a unas dos horas y media de coche. Por el camino fuimos haciendo varias paradas.

Castillo de Ussé

La primera fue en el castillo de Ussé también conocido por el castillo de la Bella Durmiente, ya que este castillo sirvió de inspiración a Charles Perrault para escribir el cuento. También sirvió de inspiración a Walt Disney para crear sus castillos de princesas, en el interior del castillo puede verse la recreación del cuento.

Esta construcción data del siglo XV, en el siglo XVI se construyó la capilla continuando las reformas hasta el siglo XVII. El castillo fue pasando de manos hasta los propietarios actuales, los duques de Blacas que viven en el castillo.

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A menos de 40 minutos, unos 33 km. del castillo de Ussé, está el castillo de Saumur.

Castillo de Saumur

Este castillo data del siglo X y su origen fue edificio defensivo. En 1.067 fue destruido y reconstruido por Enrique II de Inglaterra. Ha pasado por varios propietaros y usos, entre otros cuartel militar y carcel estatal en la epoca de Luis XIV y Napoleón. 

El siglo pasado la cuidad de Saumur adquirió el castillo y comenzó a darle otro uso muy diferente, museo.

En 1862, fue catalogado como monumento histórico por el Ministerio francés de cultura.

Vista del pueblo de Saumur y el rio Loira desde el castillo.

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Siguiendo camino de Rennes, hicimos parada obligada en Angers, a unos 58 km. de Saumur. Aquí disfrutamos de la ciudad y del castillo.

Castillo de Angers

Esta fortaleza tuvo una situación estratégica defensiva muy importante. 

La fortaleza data el siglo IX y tras la reconquista por parte de Felipe II , su nieto Luis IX mandó construir un castillo en el siglo XIII.

Ha pasado por varias manos y varias remodelaciones, en 1.405 se añadió la capilla y apartamentos reales.

Durante las guerras de religión se quiso desmontar todo lo construido allí a fin de que no cayera en manos de los protestantes, sin embargo, se cambió de idea, pensando mejor en defender el lugar instalando cañones en las torres y las terrazas, lograron salvar el lugar.

La fortaleza de Agers fue tambien academia militar. Actualmente es un museo con una coleccion de tapicerias, destacando el tapiz del Apocalipsis del siglo XIV.

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Desde el castillo se ve el rio Maine.

Al salir del castillo fuimos a dar un paseo por la ciudad de Angers está clasificada como patrimonio de la UNESCO.

Al siguiente día, tras descansar en Rennes, comenzaba una de las etapas que mas ilusión me hacia de todo el viaje, visitar el Monte Saint-Michel.

A tan solo 70 km  está esta pequeña isla en la desembocadura del rio Couesnon, ya en la región de Normandía.

Monte Saint-Michel

Se trata de una ciudadela medieval amurallada construida sobre un monte, en lo mas alto está la abadía. Durante 53 días al año y gracias al efecto de las mareas, se convierte en una isla por unas horas. Durante muchos siglos fue una fortaleza, por lo que estaba rodeada por una gran muralla.

Según cuenta la leyenda, en el año 708, el obispo de Avraches recibe en un sueño la orden del arcángel San Miguel de construir un lugar de culto sobre lo que antes se conocía como monte Tombre, por lo que se construyó alli una pequeña iglesia. Ya en el año 966 y tras varias remodelaciones, se funda la abadía en la que se instalan una monjes benedictinos. Poco a poco se va creando la ciudad a los pies de la abadia. Fueron varias las remodelaciones que sufrió, incluso de usos, en 1472 fue una prisión de la que nadie podia escapar.

En 1.862 fue declarada monumento histórico y en 1.979 se incluyó en la lista de momumentos Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Sus calles empinadas van recorriendo el monte de forma circular hasta llegar a la abadía, en la actualidad son tiendas de recuerdos y de conida.

A finales del siglo XIX se construyó una carretera para acceder a la abadía, lo que la ha llenado de turistas, de echo es el segundo lugar mas visitado de Francia tras la torre Eiffel.

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Después de estar toda la mañana disfrutando del impresionante Monte Saint-Michel salimos hacia San Maló, a unos 55 kilómetros de distancia y menos de una hora de trayecto.

Hay varios parking a la entrada de la ciudad donde dejar el coche, pero estaban llenos, así que optamos por callejear y para nuestra suerte encontramos un hueco en la zona azul, allí lo dejamos aparcado y empezamos nuestra visita.

San Maló, está en la costa norte de la Bretaña francesa y es conocida por su ciudad amurallada y sus playas. Fue uno de los puertos mas importantes de Francia entre los siglos XVII-XVIII. Todo el casco antiguo está fortificado y pasear por él es una autentica maravilla, hay muchos bares en el interior de la muralla y muchisima gente paseando, comiendo o disfrutando de algún espectáculo callejero y digo espectáculo porque algunos son una maravilla, nosotros nos detuvimos con un mago-mimo que nos tenia con la boca abierta.

La ciudad antigua está amurallada y se accede a ella por varias puertas, esta es una de ellas.

San Maló

Las murallas y las fortificaciones datan del siglo XVII y fueron construidas como protección frente a las invasiones inglesas y holandesas.

Tras visitar la ciudad antigua y caminar por una de sus murallas, bajamos a la playa.

No hacia mucha calor aquel día, yo diría casi que frío, así que no habia mucha gente en la playa tomando el sol, aunque si mucha gente con cometas, disfrutando de la ventolera del día.

Isla Petit Bé

Muy cerca de la muralla, en la playa, está el la pequeña isla Petit Bé, donde se puede llegar a pié y visitar el fuerte, construido con finalidad defensiva, si la marea está baja.

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Tras un día fantástico y un merecidísimo descanso en nuestro hotel de Rennes, a algo menos de una hora de San Maló, nos preparamos para una de las visitas que mis acompañantes querían hacer como formación complementaria a una de sus asignaturas favoritas, la historia, así que nuestro destino sería las playas del desembarco de Normandía, concretamente a Omaha Beach, uno de los principales puntos del desembarco de la armada aliada capitaneada por Estados Unidos, con el objetivo de liberar a Francia de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial y avanzar desde allí hacia la Alemania nazi. El 6 de junio de 1.944 fue considerado el dia D, día propicio para el desembarco y aunque la preparación de este día había durado dos años y había sido estudiado y calculado todo al milímetro, nada salió como se había planeado. Las tropas tuvieron muchas dificutades en la navegación, las defensa de las posiciones eran mas fuertes de las calculadas... todo ello provocó muchas bajas aliadas nada mas desembarcar y obstaculizó los trabajos de los barcos de apoyo posteriores a ellos. Se calcula que aquel día se produjeron unas 2.000 bajas.

Omaha Beach

Esta es Omaha Beach, la playa sangrienta, donde dejaron su vida 2.000 jovenes el 6 de junio de 1.944.

Cementerio americano

No muy lejos de allí está el cementerio americano, es impresionante ver la cantidad de cruces blancas dispuestas en hileras, realmente fue una masacre.

El las tumbas se puede leer el nombre del fallecido, su rango, su compañia y las fechas de nacimiento y muerte. Además las cruces son diferentes en función de la religión que profesaba el soldado fallecido.

Y muy cerca también se puede visitar el cementerio Aleman de Le Cambe.

Cementerio alemán de Le Cambe

En este cementerio están enterrados los soldados alemanes muertos en Normandía, es muy austero, no hay mucha gente visitandolo, pero merece la pena recordar a los jovenes del otro bando que dieron su vida en una guerra en la que seguramente no quisieron estar. 

Siguiente parada, Caen, a unos 50 kilómetros de distancia y una media hora de trayecto, una ciudad que tambien sufrió mucho en durante esta contienda y en la que se puede ver el museo memorial de Caen, un museo por la paz inagurado en 1.988.

La iglesia de Saint-Pierre, una de las principales iglesias católicas de Caen, construida entre los siglos XIII y XVI.. 

Y el castillo de Ruan, un antiguo castillo medieval.

 No tuvimos mucho tiempo para disfrutar de esta ciudad, de la que con toda seguridad nos dejamos muchas cosas por ver, pero aún nos quedaba una hora y media de camino hasta nuestro siguiente destino, Ruan, donde teniamos nuestro hotel ya reservado.

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Llegamos ya casi anocheciendo a Ruan, la idea era dar un paseo nocturno, cenar, dormir y salir tras el desayuno con destino a  Paris,  pero nos gustó tanto la ciudad, que decidimos visitarla con mas calma a la mañana siguiente, pasar allí la mañana y salir después de comer.

Ruan es la capital administrativa de la región de Normandía y es conocida como la ciudad de los cien campanarios.

En la edad media fue la segunda ciudad mas importante de Francia, fue ocupada por el ejercito alemán y en ese tiempo de guerra estuvo a punto de desaparecer tras un pavoroso incendio que destruyó gran parte del centro medieval, sin embargo muchas de sus casas resistieron, y hoy son gran parte del atractivo de esta ciudad.

La catedral de Ruan es católica y de estilo gótico. Calude Monet la pintó  en 1.890  en diferentes momentos día y del año, queriendo reflejar los cambios en el aspecto de la fachada según la luz exterior.

 Junto a ella está el palacio arzobispal y otras construcciones que dan al conjunto un aspecto único.

Sus calles están llenas de encanto, no te deja indiferente nada de este magnifico centro histórico.

Ruan

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Nuestras vacaciones estaban terminando, pero aún nos quedaba alguna cosilla por hacer... visitar el Parque Asterix. No se a quien le hacia mas ilusión la visita, si a mis niños o a sus papás, pero lo cierto es que todos lo pasamos en grande. 

El parque Asterix está a unos 30 km al norte de Paris, se puede llegar a él en coche, bus y metro. Nosotros fuimos en nuestro coche de alquiler y aparcamos en el aparcamiento que hay dentro del  parque, 12 euros/día y las entradas al parque, tarifa normal 49 euros por persona (no está mal para empezar el día).

Hay espectáculos, atracciones, personajes... todo para pasar un superdía. El parque está muy bien ambientado y salvo en 1 o 2 atracciones, las colas no fueron muy grandes, con lo que nos dió tiempo a repetir.

Una buena alternativa para pasar un día diferente si estás con niños cerca de Paris.

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Y definitivamente le dijimos adiós a Francia y a sus castillos, nuestro vuelo hacia Málaga salia al día siguiente, tuvimos tiempo de dar un paseillo por Paris y a casa. Un viaje espectácular.

Ya empieza la cuenta atrás para las siguientes vacaciones...