Tras casi otro mes confinados en nuestro municipio por fin pudimos salir y subir a Sierra Nevada, es una de mis salidas favoritas, subir a la montaña tras la primera gran nevada y con la nieve fresca pasear, quedarte helada de frio a pesar de estar tapada hasta los ojos, hundir los pies en la nieve, bueno mas bien hasta la rodilla, tirar bolas de nieve y como no, hacer nuestro típico muñequito de nieve.
Había caído una gran nevada, pero como estábamos confinados no pudimos subir, tuvimos que esperar casi dos semanas para poder visitarla. Desde nuestra casa se veía preciosa, majestuosa, imponente y blanca, muy blanca, sin embargo, después de la gran nevada llegaron días raros donde el calor, sobre todo durante el mediodía, era muy intenso, así que la nieve empezó a desaparecer, sobre todo de las zonas mas expuestas al sol y zonas de paso. Cuando pudimos subir la estampa era preciosa, no había tanta nieve como me habría gustado, pero yo estaba como niña con zapatos nuevos.
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