Nunca sabemos hasta ultima hora que hacer en nuestros días de vacaciones, este año, tras muchas dudas, presupuestos, cambios de fechas por distintos motivos..., decidimos visitar Paris, hacer una ruta por el Valle del Loira y visitar sus magníficos castillos, visitar Monte Saint Michel, las playas del desembarco de Normandia y como no, un parque de atracciones, el Parque Asterix.
El día 6 de agosto salimos del aeropuerto de Málaga hacia París, donde pasamos un par de noches visitando todo lo que nos dio tiempo.
Moverse por Paris es relativamente fácil si eliges un transporte público como el metro, no se si todos, pero si muchos de los lugares mas turísticos de la ciudad tienen un acceso a él relativamente cerca, por ello elegimos el hotel cercano a una boca metro, concretamente el Median Paris Porte de Versailles. Es cierto que es un transporte cómodo pero a la vez un tanto rollo por tanto transbordo y tanto tiempo como inviertes en el subterraneo, pero hay que tener en cuenta que en París las distancias son larguisimas y moverse es tedioso, pero bueno, eso lo sabiamos antes de salir de casa.
Nada mas dejar las maletas en el hotel, salimos a ver la Torre Eiffel, símbolo de Paris, constuida por el ingeniero francés Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1.989 en Paris.
Este monumento es el mas visitado del mundo, está situado a orillas del río Sena y es la estructura mas alta de la ciudad con 324 metros de altura, aunque no siempre fue tan alta, en principio su altura era de 300 metros, pero en 1.903 se instaló en lo mas alto una antena de radio de 24 metros de altura llegando así a la altura total. Está torre, hoy símbolo de la ciudad, se construyó con fecha de caducidad, solo estaría en pie 20 años, tras lo cual se desmontaría, sin embargo, la colocación de una gran antena de radio en la cima de la torre que permitía la mejora en las comunicaciones logró indultarla y dejarla en el lugar que hoy ocupa. La torre y su antena jugaron un papel importante en durante la Primera Guerra Mundial captando informaciones muy importantes para el desarrollo de la guerra, tras ella, la antena se utilizó con fines mas banales como radio musical, en la Segunda Guerra Mundial fue usada como radio de guerra otra vez. En la actualidad gracias al turismo internacional, se ha convertido en un monumento internacionalmente reconocido, el mas visitado y un símbolo de París.
No era una estructura que gustara mucho a los parisinos de la época y muchos fueron los bulos que recorrieron la ciudad de Paris indicando el desmontaje de una torre que nunca se produjo. Muy sonada fue la estafa de Victor Lustig quien falsificó documentación para hacerse pasar por quien no era, un enviado del gobierno encargado de buscar a alguien que se encargara de comprar la torre para desmontarla y vender el hierro de su estructura como chatarra. Consiguió camelarse a un empresario metalúrgico con los argumentos de que era un estructura provisional, su alto coste de mantenimiento y que no encajaba en la ciudad por la diferencia de arquitectura de la ciudad y del resto de las ciudades europeas, por lo que había que desmontarla a la voz de ya. El empresario lo creyó y compró la torre, pagó y Lusting se escapó con el dinero.
Nosotros no conseguimos entradas para subir, ni por la noche ni al día siguiente por la mañana, las entradas on line estaban agotadas para las fechas en las que estábamos allí y las colas para conseguirlas en la taquilla, aunque solo fuera para subir por las escaleras, eran kilométricas. Se nos quedó un pequeño mal sabor de boca, pero solo estar allí en este entorno tan mágico, nos sirvió de consuelo.
Desde la torre se ven los jardines del Trocadero, un conjunto de fuentes y jardines que se construyeon con motivo de la Exposición Universal de Paris en 1.878. Justo al otro lado está el campo de Marte donde los turistas y no turistas se sientan a descansar de su visita por la ciudad bajo los pies de la gran Torre Eiffel.
Muy cerca de la torre hay un embarcadero donde coger un barco para dar una vuelta por el río Sena, el precio fue de 14 euros por persona, una horita, merece la pena, es una maravilla el paseo.
Tras el barco salimos a buscar el globo aerostático mas grande del mundo, está en el Parc André Citroënel. Sube a 150 metros de altura y las vistas a la ciudad son fabulosas. El precio del billete es de 12 euros y dura 20 minutos. La cesta se llena muy rápido por que suben grupos muy reducidos, así que estuvimos allí un buen rato al sol esperando nuestro turno. Ahí os pongo unas fotillos para que valoreis si merece la pena o no la espera.
De camino al globo nos encontramos con la estatua de la libertad, no queríamos llegar al globo y encontrarlo cerrado, así que no nos paramos, con la idea de volver sobre nuestros pasos para ver con todo detalle la Estatua de la Libertad de Paris. Es mas pequeña que la original americana, solo mide 12 metros y está en una pequeña isla artificial sobre el río Sena, la isla de los cisnes. Esta réplica de la Estatua de la Libertad fue donada por la comunidad americana a Francia para celebrar los 100 años de la Revolución Francesa.
Seguimos andando por un bonito paseo sobre el río Sena para llegar una parada de metro para dirigirnos y visitar el barrio de MontMartre, un barrio en lo alto de una colina, famoso por los pintores que venden sus obras en la calle. En lo mas alto de la colina está la impresionante basílica del Sagrado Corazón, Sacre Coeur, un monumento emblema de la ciudad.
El barrio es muy bonito, calles empedradas, pintores,cuadros. Imprescindible un paseo con mucha tranquilidad para disfrutar de este entorno mágico.
Desde la explanada donde está la basílica las vistas a la ciudad de Paris son impresionantes.
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