El capitolio. Sala de los Ilustres. Toulouse

Este año en vacaciones decidimos hacer la ruta de los Cataros. No se si hemos hecho esa ruta exactamente, pero las ciudades y los lugares que hemos visitado han sido una verdadera maravilla.

Salimos de Granada un miércoles de 26 de julio rumbo a Sevilla para desde allí coger un vuelo a Toulouse (Francia). El vuelo es cortito y fue muy bien. A nuestra llegada a Toulouse nos esperaba "fresquito" que fue de agradecer, ya que este verano en Granada está siendo realmente duro.

Después de dejar las maletas en el hotel fuimos a cenar al centro de la ciudad. De Toulouse he de decir que el parking durante el día es imposible, todo es de pago, pero durante la noche es fácil encontrar algún hueco en la calle y gratis, así que aprovechamos.

Fuimos a cenar a la Place du Capitole y allí estaba encendido su Capitolio, sede del ayuntamiento de la ciudad. La iluminación le da un aspecto muy bonito a la plaza, llena también de terrazas para poder cenar y comer.

A la mañana siguiente la idea era recorrer toda la ciudad y empezamos por aquí. Al llegar a la plaza vimos una pequeña cola para entrar en el Capitolio y allí nos pusimos. No es que hubiera mucha gente, es que en la puerta hay un control de seguridad y por eso es un poco mas lenta la entrada.

El coche lo aparcamos en un subterráneo que no está muy mal de precio y muy cerca del centro, aparcar en la calle es imposible y todo de pago.

La fachada del Capitolio es de ladrillo y piedra caliza y está decorado con esculturas y relieves que representan a personajes históricos y mitólogicos.

Este edificio tal y como lo conocemos ahora data del siglo XVIII, pero se construyó sobre otro de 1.190. Consta de tres partes principales, el ayuntamiento, la ópera y la sala de los Ilustres, esta es la única parte visitable.

Pasado el control  de seguridad se accede a un pequeño patio donde estaca la estatua de Enrique VI en mármol negro presidiendo la puerta,

Primero se sube por unas escaleras de mármol donde destaca este fabuloso fresco, es impresionante.

 

Y después se llega una gran sala conectadas con otras salas donde las pinturas, la decoración, las estatuas, los frescos, son realmente una maravilla, no hay un rincón que mires que no sea maravilloso.