Loja está muy cerca de Granada, a poco mas de media hora de coche. Es una ciudad monumental que merece ser visitada, pero que dada la cercanía siempre se pospone para otra ocasión y esa ocasión llegó hoy.
No somos de mucho madrugar así que llegamos un tanto tarde a la ciudad, aunque claro, habría que definir tarde, para ver la alcazaba abierta si era tarde, pero para disfrutar del resto de la ciudad era la hora justa.
Aparcamos muy cerca del puente del Gran Capitán, así, aparentemente, parecía una simple carretera, pero nos dimos cuenta que debajo el asfalto había algo mas. Este puente fue restaurado en el s. XIX tras caerse parcialmente el primitivo que databa del siglo XVI, y que fue el primero que unió las dos orillas del rio Genil a su paso por Loja.
La zona la están adecentando, hay zona verde y una vereda para poder pasear junto al rio Genil.
Desde el puente ya nos hacemos una idea de lo que nos vamos a encontrar en Loja, primera parada, la parroquia de San Gabriel.
Está declarada Bien de Interés Cultural, data del siglo XVI y es de estilo renacentista.
Muy cerca, la plaza de San Gabriel con su fuente, no es muy grande, ni tampoco espectacular, pero ahí está.
Seguimos subiendo la cuesta, pasamos el ayuntamiento y nos encontramos con El Pósito.
Los pósitos surgen en el siglo XV y eran los bancos de cereal, en ellos se almacenaba el grano y se garantizaba el abastecimiento en época de escasez.
El pósito de Loja es de estilo renacentista y se construyó durante el mandato del Emperador Carlos I. Ha tenido diversos usos a lo largo de la historia, fue almacén de cereal, cárcel, establecimiento comercial y posada, volvió a ser silo y actualmente es la sede del Centro de Iniciativas Culturales de Loja.
Seguimos subiendo y llegamos a la Plaza de la Constitución donde nos encontramos una estatua homenaje al General Narvaez, militar y político natural de Loja, siete veces presidente del Consejo de Ministros y uno de los políticos mas influyentes durante el reinado de Isabel II.
Seguimos andando y nos encontramos la Iglesia Mayor de la Encarnación. Desde la calle se ve regular, para apreciarla hay que subir un poco mas, pero merece la pena.
Está declarada Bien de Interés Cultural, datada entre los siglos XVI-XVIII y su estilo es una mezcla entre gótico, mudejar y neoclásico.
El interior es simple e impresionante a la vez.
Bajamos y vimos un arco con unas escaleras en la misma plaza de la Constitución, subimos y llegamos a la Alcazaba, que como ya sabíamos, estaba cerrada, pero vimos un mirador fantástico con una gran escultura de bronce homenaje al guerrero musulmán Alí al-Attar, mas conocido como Aliatar, prestigioso militar que llegó a ser alcaide de Loja.
Nos ha quedado mucho por ver de Loja, y volveremos, no se cuando, pero lo haremos, lo que si tengo claro es que la siguiente visita será planificada para poder ver el interior de todos los lugares que en esta ocasión estaban cerrados.
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