La elección de Dinamarca como destino
de vacaciones era algo que siempre habíamos tenido en mente, es de
esos países que siempre habíamos querido visitar y ese año surgió
la oportunidad y no la desaprovechamos. Después de ver las distintas
opciones con las que contábamos nos decidimos a visitarlo por
nuestra cuenta, con coche y casa de alquiler. Empezamos a buscar
alojamientos y encontramos un complejo muy bonito de casas adosadas
con terraza, parking, bien comunicado y lo mas importante, zona de
juegos para niños y mayores, nosotros viajamos con nuestros dos
niños y sabemos que ellos necesitan sus ratos de distracción, de
descansar, de jugar... y ademas situado en la bonita ciudad de Ribe,
el complejo se llama Ribe Byfire. Visitar Dinamarca fue visitar un
país fascinante, donde los espacios naturales se mezclan con la
arquitectura, donde la cultura, las tradiciones y el ocio de funden
en uno solo, para hacer que una visita cultural se convierta en un
día de diversión para toda la familia. Sus gentes magnificas,
educadas, correctas y serviciales, hicieron que nuestro viaje a
Dinamarca fuera un viaje inolvidable.
Como
información general, apuntar que Dinamarca es un país escandinavo,
que se encuentra al norte de Alemania y linda con el Mar del Norte y
el Báltico. Sólo
tiene frontera terrestre con Alemania, aunque desde 1.999 está unido
por carretera y ferrocarril con Suecia a través del puente de
Oresund.
Su capital es Copenhague, y su tiene
una población de unos 6 millones de habitantes. Es un país que
cuenta con una pequeña península en el continente y dos pequeños
archipiélagos, las Islas Feroe y Groenlandia y ademas cuenta con más
de 300 islas, muchas de ellas habitadas, como Selandia o Fiona.
En Dinamarca hay parques de
atracciones, monumentos, castillos, actividades como teatros de
calle, festivales de jazz o de blues y fiestas como la de la
cerveza, así como parajes naturales de belleza indescriptible, por
los que se pueden hacer rutas a pie o en bicicleta.
El idioma oficial
de Dinamarca es el danés, pero la mayoría de los daneses hablan
bien el inglés. Todas las películas de habla extranjera se muestran
en el idioma original con subtítulos en danés.
La
moneda de Dinamarca es la corona danesa y aunque Dinamarca no es
parte del sistema monetario europeo y no tenga al Euro como moneda
oficial, la mayoría de las tiendas los aceptan a la hora de pagar.
El
clima de Dinamarca es templado, sin temperaturas extremas: ni mucho
calor ni mucho frío, los meses de verano junio, julio y agosto
suelen mas calurosos con una temperatura media de 21ºC y, en general
soleados. Los meses de primavera y otoño normalmente son agradables,
aunque con algo más de frío y el invierno frío pero con pocas
heladas y nieve. El tiempo en Dinamarca es mas parecido al de Londres
o Amsterdam que el de las demás capitales escandinavas.
Una gran parte de la población de Dinamarca utiliza
la bicicleta todos los días para sus desplazamientos cotidianos, las
calles de las principales ciudades de Dinamarca cuentan con
carril-bici y en algunas hay semáforos especiales para las
bicicletas.
El hogar y la familia tienen una tremenda
importancia para los daneses, la mayoría de las horas libres se
pasan en casa con la familia y con amigos.
Se invierte mucho en casas espaciosas y de calidad
con jardines grandes y bonitos. Es considerado de buena educación
quitarse los zapatos antes de entrar a una casa para no ensuciar el
suelo.
Nuestro viaje comenzó el día 20 de julio desde el aeropuerto de
Málaga, un día muy señalado para España y su fútbol, esa noche
se jugaba la final del mundial de fútbol y España era finalista
junto con Holanda, así que el aeropuerto estaba lleno de turistas
con las camisetas de la selección.
Llegamos al aeropuerto de Copenhague y fuimos a por nuestro coche
de alquiler y de ahí camino de nuestra residencia en Ribe, a unas
dos horas de camino. Llegamos y el lugar era una verdadera maravilla,
los niños se sorprendieron al ver lo que allí había y lo que
podían hacer y nosotros quedamos muy satisfechos por el lugar
elegido.
Rápidamente y sin perder tiempo fuimos a visitar Ribe que fue
fundada en el siglo VIII, es el pueblo más antiguo de Dinamarca y
esta situado en el extremo
suroeste
de Jutlandia. Es una bonita cuidad turística, donde
su
centro histórico, sus calles de piedra y sus casas de madera se han
conservado manteniendo su originalidad, así que, pasear por sus
calles se convierte en una experiencia inolvidable. Durante la
Edad
Media fue un importante puerto y una importante ciudad comercial,
pero con los años los canales que daban acceso al mar se fueron
llenando de arena, por lo que en el siglo XIX se constituyó la
ciudad de Esbjerg como ciudad portuaria, así que la importancia de
Ribe quedó prácticamente anulada.
Es importante visitar
la catedral, uno de los mayores centros cristianos de Dinamarca y uno
de los de mayor calidad artística que fue consagrado a la Virgen
María y el edificio del ayuntamiento, ambos han sido
protegidos debido a su belleza e historia y sus museos como el de
Artes, el Centro Vikingo y el Museo de los Vikingos de Ribe.
Pasear por Ribe es un autentico placer, sus calles adoquinadas,
tranquilas y llenas de historia, sus canales, sus barquitas y su
puesta de sol son simplemente perfectas, sentarte en una de sus
terrazas y ver llegar al sereno de Ribe, levantarte de la silla y
acompañarlo en su ronda por la ciudad anunciando la hora a toda voz
a los habitantes de Ribe, es algo que solo puede entenderse si se
vive de cerca.
Tras un día agotador por el viaje y la visita a Ribe nos fuimos a
nuestra casa, la idea era ver el partido de fútbol de la selección
española que lo estaban televisando en una sala común, pero cuando
entramos vimos que solo había un grupo enorme de seguidores
holandeses vestidos con la equipación y complementos de su país,
así que decidimos verlo en nuestro apartamento mas tranquilamente.
Ganamos y aunque en España las celebraciones fueron una verdadera
pasada, en Ribe no hubo ni un simple cohete, ni un grito, ni nada por
el estilo, sin embargo, y dada la educación de los daneses, cada vez
que nos identificábamos como españoles nos felicitaban por la
victoria.
Al día siguiente bien temprano salimos de nuevo hacia Ribe,
entramos en la catedral y subimos a lo mas alto de la torre. Después
fuimos a un poblado vikingo perfectamente recreado, carrozas, tiendas
vikingas, artesanía, juegos tradicionales, guerreros que entran en
combate... una mañana fantástica aprendiendo de como fue la vida de
los vikingos y y divirtiéndonos con ellos.
Después salimos hacia Esberg, la quinta ciudad mas grande de Dinamarca y situada en la
costa occidental de la península de Jutlandia, en la parte sudoeste
de Dinamarca. Esbjerg tiene un gran puerto pesquero.
La torre del agua fue una de las primeras cosas que
vimos al entrar en la ciudad, subimos a lo mas alto y gracias a sus
fantásticas vistas disfrutamos del mar, de las impresionantes islas
que la rodean, unas magnificas vistas de la ciudad y los terminales
de ferry.
Después fuimos a buscar el símbolo
de la ciudad “Mennesket ved Havet” o los hombres en el mar, que
son esculturas blancas, de 9 metros de altura, de cuatro hombres
sentados frente al mar. El mar tranquilo, el agua fría y unas nubes
enormes que presagiaban lluvia. Nos mojamos los pies en el mar, como
no podía ser de otra manera y pisamos la fantástica arena fina de
la playa, subimos a las esculturas, de pronto unos rayos enormes y
unos truenos atronadores hicieron que saliéramos corriendo al coche,
comenzó a diluviar y finalizó nuestra visita a Esberg.
Al día siguiente fuimos a Aarhus, la segunda ciudad más
importante de Dinamarca, en ella se mezclan mundo antiguo, el mundo
moderno y sus bosques.
La ciudad vieja, Den Gamble By, es un museo al
aire libre. Tiene 75 edificios históricos provenientes de hasta 20
ciudades y pueblos de toda Dinamarca y esta considerado como el
primer museo al aire libre de su clase y uno de los pocos
considerados como excelentes. El
pueblo es en si la gran atracción, ya que la mayoría de los
edificios están abiertos al público, las habitaciones están
decoradas en su estado original y hay empleados del museo trabajando
como actores representando la vida típica de un pueblo, en la
herrería, el mercado, en la estación de correos... Se puede pasear
por las calles andando, un paseo en coche de caballos, un paseo por
el lago, disfrutar de los antiguos columpios de feria o de juegos
tradicionales daneses.
Los edificios del museo se organizan como en un pequeño pueblo de
casas con estructuras de madera. Los edificios fueron originalmente
construidos entre 1.550 y 1.800 y a principios del siglo XX se
trasladaron a Aarhus, poco a poco se fueron añadiendo más edificios
donados por diferentes pueblos y ciudades.
Lo pasamos en grande en este pueblo, tanto nosotros como los
niños. Nos llamó la atención algo que no es típico verlo en
España y que si es muy común en países como Dinamarca y es el uso
y disfrute que hacen de los parques y jardines, es muy típico verlos
con sus mantas, sus cestas de merienda y sus juegos disfrutando de
una jornada al aire libre, no se escuchan gritos ni voces, son muy
respetuosos con eso y cuando se van de allí dejan el lugar tal y
como lo habían encontrado al llegar.
Por la tarde visitamos Randers, una bonita ciudad de la
península de Jutlandia que pertenece al condado de Aarhus y la sexta
ciudad más grande de Dinamarca, dispone del único puerto natural
sobre el río Guden, a unos 10 km de su desembocadura en el fiordo de
Randers, ubicación que ha tenido gran importancia desde el punto de
vista del negocio marítimo. Paseamos por sus calles adoquinadas,
disfrutamos de su arquitectura típica, sus plazas, lo que si fue
sorprendente fue la poca gente que había en la calle, prácticamente
estábamos solos paseando, y todo a pesar de ser buena hora , en
torno a las19:00 horas y la temperatura no era muy fría.
Al día siguiente nos
levantamos temprano y salimos rumbo a lo que era uno de los destinos
mas esperados por los niños, Legoland. Dinamarca es el país de
origen del mítico juego de Lego y el parque temático Legoland está
considerado como uno de los más didácticos del mundo, concretamente
está situado en Billund, en el centro de la península de Jutlandia.
Es un lugar muy recomendable para llevar a los niños
ya que ellos son los verdaderos protagonistas, aunque también los no
tan pequeños disfrutan mucho. Dentro del parque se pueden ver muchas
construcciones de diferentes temáticas, transportes, animales,
edificios... todo ello hecho con piezas de Lego, perfectamente
ambientadas y pensadas no solo para el entretenimiento, sino también
para el aprendizaje. Además cuenta con muchas otras atracciones como
montañas rusas, barcos, carreras de coches, juegos en 3D, ... todo
destinado a conseguir que un día en Legoland sea un día
inolvidable.
Tras
descansar de un día agotador, intenso y muy divertido en Legoland,
fuimos a visitar Odense, la tercera ciudad más grande de Dinamarca
después de Copenhague y Aarhus. Está ubicada en la isla de Fionia y
es la capital y más grande ciudad de la isla.
Odense
es la ciudad natal del famoso escritor de cuentos Hans Christian
Andersen, el más célebre de los escritores románticos daneses y
que escribió obras dirigidas al público infantil principalmente.
Los cuentos de Andersen se desarrollan en un escenario donde la
fantasía forma parte natural de la realidad y las peripecias del
mundo se reflejan en historias que, no exentas de un peculiar sentido
del humor, tratan de los sentimientos y el espíritu humanos. La
sencillez de sus cuentos y su maestría con la escritura,
contribuyeron a la rápida popularización de sus cuentos y a
convertirlo en uno de los grandes genios de la literatura universal.
Hoy toda la ciudad gira en torno al escritor, la casa donde se crió
es un lugar típico de visita de turistas y el corazón de la ciudad,
donde ademas de encontrar exposiciones interesantes sobre su vida y
su trabajo, se puede ver una recreación de algunas de sus obras mas
famosas. Nosotros tuvimos la gran suerte de llegar allí cuando
estaba empezando una representación de los cuentos, los personajes
están muy bien caracterizados y el escenario esta muy conseguido.
Cuentos como el “soldadito de plomo”, “la sirenita” o “el
traje nuevo del emperador” cobran vida delante de un publico de
niños y adultos entregado en todo momento y que interacuta con los
personajes. Después del espectáculo los actores se mezclan con el
publico, puedes hablar con ellos y hacerte fotos.
Se
puede también visitar la casa donde nació Andersen, esta un poco
mas alejada pero tiene mucho encanto.
Otro
de los lugares emblemáticos de no solo de Odense sino de toda
Dinamarca es la catedral de San Knud, un lugar lleno de historia. De
estilo gótico, fue construida entre 1.081 y 1.093 y reconstruida en
el siglo XIV. En ella se encuentran los restos del Rey Knud, patrón
de Dinamarca, y cuenta con obras de arte importantísimas y mucha
ornamentación.
Ademas
de visitar todos estos lugares emblemáticos de la ciudad de Odense,
paseamos por sus calles, comimos en uno de sus jardines y nos subimos
en un barco a pedales para dar un paseo por su río. Un día
simplemente espectacular para no olvidar.
Después
de Odense salimos dirección de Egeskov slot, localizado al sur de la
isla de Fiona, y esta considerado como uno de los castillos mejor
conservados de toda Europa de la época renacentista, no solo por su
arquitectura en si, sino también por sus fabulosos jardines. Su
construcción terminó en 1.554 y está rodeado por agua, ya que fue
construido sobre un lago en el que se colocaron postes de roble para
fijarlo, siendo este el único castillo sobre el agua en Dinamarca, y
según cuenta la leyenda, fue necesario talar un bosque entero para
su construcción.
Alberga
infinidad de tesoros, la decoración interior del castillo es
impresionante, la sala de banquete está en su estado original,
muebles, cortinas, alfombras … todo original, de incalculable valor
económico y de una belleza indescriptible, una colección de
porcelana antigua y hasta una fabulosa casa de muñecas. En el
exterior del castillo ademas de los maravillosos jardines, en lo que
pudiera haber sido el establo, se puede ver una colección de
automóviles antiguos, motocicletas antiguas, coches de caballos, una
colección de aparatos voladores, una colección de vehículos de
bomberos y otros vehículos de emergencia, y en el exterior un gran
parque infantil con juegos tradicionales daneses, un gran
laberinto....
Al día siguiente salimos camino de la isla de Mando, probablemente
una de las islas más tranquilas de Dinamarca, la razón principal se
debe a las mareas, con la marea alta la isla está fuera de la
conexión del trafico con el mundo exterior, por lo tanto no tiene
ninguna similitud con ninguna de las islas vacacionales y mas
turísticas de Dinamarca .
La isla de Mando esta situada en medio del mar de Wadden entre Fano y
Romo y forma parte del municipio de Ribe. Para poder acceder a ella
es necesario que la marea se encuentre baja, por lo tanto serán
ellas las que determinen cuando se podrá entrar y salir de la isla,
por lo general los accesos se inundan dos veces al día. Para poder
acceder a la isla hay dos maneras, una, a través de una carretera
asfaltada y publica y que solo es recomendable usar si se conocen las
mareas y otra, a través de un camino de grava colocadas a unos 60
cm. por encima del fondo del mar, perfectamente señalizada y por la
que transita el traktorbus, un tractor capaz de agarrar sus ruedas a
las aguas mojadas y medio inundadas del camino y un bus trasero para
transportar a los pasajeros. La distancia a recorrer es de unos 6
kilómetros y el paseo, salvo por los baches del camino y el ruido
del tractor, es fabuloso. El paisaje es único y los efectos que
sobre las tierras dejan las mareas es simplemente impresionante.
Actualmente es una isla muy poco poblada, unos 30 habitantes y por lo
que he podido leer, la mayoría son casas de campo y sus habitantes
se dedican a la agricultura y al turismo. La isla cuenta con un
supermercado, tiendas de recuerdos para turistas y una oficina de
información turística oficial.
En Mando se puede practicar senderismo y montar en
bicicleta para disfrutar de la naturaleza única de la isla y de la
vida silvestre.
Esa
tarde fuimos a visitar un fiordo, en concreto el fiordo de Rinkobing,
no es tan espectacular como los fiordos noruegos pero es curioso de
ver y mas curioso aun nos resulto ver la costa. Sabíamos que
estábamos cerca del mar, los mapas lo indicaban así y también
vimos un faro que nos dió pistas sobre su cercanía, pero eramos
incapaces de verlo, así que empezamos a caminar. Caminamos un buen
rato hasta que de pronto nos dimos cuenta que estábamos encima de
una duna y justo debajo nuestra el mar, kilómetros de costa de una
playa preciosa y limpia, ese día con algo de oleaje debido al viento
que soplaba, las dunas bordeaban la playa, la bajada fue un tanto
complicada pero el paseo por la arena mereció la pena, así como ver
la puesta de sol.
Al día
siguiente salimos dirección a la isla de Romo, la isla mas
meridional de las islas Frisias habitadas que hay en Dinamarca. Esta
situada entre Syly y Mando. Esta isla, aunque su principal fuente de
ingresos fue la pesca y después el comercio, actualmente lo es el
turismo, sus museos, monumentos, playas y paisajes naturales lo hacen
un lugar muy visitado.
La mayor parte de Romo es naturaleza con grandes áreas
protegidas. Es característico el fuerte viento que sopla y que ha
influido en la morfología de las islas donde abundan las dunas
móviles y playas de grandes extensiones completamente planas
barridas por el viento. Los muchos caminos y senderos te animan a
explorar la isla, bien a pie, en bicicleta o montado a caballo, las
maravillosas playas de arena y el mar con sus fuertes mareas, te
invitan a disfrutar del sol, de la tranquilidad de la isla y de los
fantásticos paisajes que deja el mar cuando baja la marea.
Como atracción para toda la familia y en especial para los mas
pequeños está el Labyrintpark, un gran parque con laberintos y
juegos tradicionales daneses, donde se puede pasar toda la mañana
sin parar de jugar para finalmente alzarte con tu diploma una vez que
has conseguido realizar todos los retos.
Tras una
mañana de naturaleza y aventura, la tarde la pasamos en la ciudad de
Tonder, que se encuentra al sur de Dinamarca. Gracias a su situación
geográfica privilegiada, su puerto fue uno de los más importantes e
inclusive cuenta con uno de los mercados más antiguos del país,
pero perdió su importancia al perder la salida al mar después de la
construcción
de los diques en el siglo XVI.
Su casco antiguo es fantástico, con hermosas construcciones, calles
peatonales, plazas...es una localidad
muy atractiva en la que merece la pena detenerse y visitarla.
Paseamos bajo una lluvia incesante, disfrutamos de una fiesta al
aire libre donde la cerveza, la salchicha con mostaza y ketchup y el
baile se mezclaban con la lluvia y el frío al que nadie parecía
darle importancia .
Este
día salimos camino de Copenhague, dejábamos definitivamente el
alojamiento en Ribe y nos trasladábamos a un hotel. Antes de dejar
las maletas paramos en el Castillo de Frederiksborg, situado en
Hillerod al norte de Copenhague. Desde 1.878 alberga el Museo de
Historia Nacional. Fue construido para el rey Christian IV entre
1.602 y 1.620 y fue el lugar de las coronaciones reales danesas. Hoy
en día se puede visitar y disfrutar de todo su esplendor, tanto el
interior, con sus decoraciones, sus pinturas, sus antigüedades, sus
techos... como el exterior con su lago y sus elegantes jardines. Solo
puedo decir que es impresionante y una verdadera maravilla.
Tras
Freseriksborg fuimos a Kronborg Slot, un castillo y fortaleza en la
ciudad de Elsinor, situado frente al mar en el estrecho de Orensud y
con unas vistas impresionantes sobre la costa sueca. Se hizo famoso
gracias a la literatura y a William Shakespeare quien situó al
príncipe Hamlet en Elsinore (el nombre antiguo del castillo) en su
novela. Kronborg es uno de los castillos más importantes del
Renacimiento en el norte de Europa y ha sido declarado patrimonio de
la humanidad por UNESCO.
Paseamos por los alrededores y comimos en
las inmediaciones del castillo.
Ya entrada la tarde salimos hacia el
hotel que teníamos en Copenhague para dejar las maletas, ducharnos y
hacer una primera visita a la ciudad.
Copenhague
es la capital de Dinamarca y la ciudad mas grande del país. En
Copenhague se ubican las instituciones más importantes de Dinamarca,
como el como el Folketing (parlamento), el Palacio de Amalienborg
(residencia de la familia real danesa) y el gobierno central y es
asimismo el centro neurálgico cultural y económico del país y a
pesar de su ubicación geográfica es también un importante centro
de tráfico con el principal aeropuerto, la estación de tren y uno
de los mayores puertos.
Copenhague
cuenta con muchos lugares de interés y la mayoría de ellos se
encuentran a poca distancia por lo que es bastante fácil moverse a
pie o en bus. Copenhague es ampliamente reconocida como una de las
ciudades más respetuosas del medio ambiente en el mundo.
Las
tres atracciones más famosas de la ciudad son el parque de
atracciones Tivoli, la estatua de La Sirenita, y el de Freetown de
Christiania, aunque es imprescindible visitar el Palacio de
Amalienborg, el hogar de la familia real, hacer un tour guiado por el
canal en el puerto y caminar por la calle comercial Stroget.
Cuando
nosotros llegamos la Sirenita no estaba, estaba en la exposición
universal que se celebró ese año en Shanghái,
por lo que solo la pudimos ver una pantalla gigante con su imagen y
los visitantes de la exposición disfrutando de ella. Si hicimos un
tour guiado en barco por los canales, paseamos por las calles mas
emblemáticas, comimos en uno de sus canales, vimos a la guardia
real, ..., en definitiva disfrutamos de esta
fascinante ciudad en nuestro ultimo día de estancia en Dinamarca.
Fue un viaje inolvidable a un país
fascinante.